Matemáticas
Cuando le dije a mi madre que mi profesora de Matemáticas del preuniversitario se llamaba Nelsa Peñalver, dio un salto. Había sido su compañera de estudios. Era su amiga. Cuando le devolví a la maestra aquella cercanía inesperada, desplazó sus espejuelos, me miró fijamente, como escrutándome.