Ackermann vence en el esprint de Cibeles

Concluye la Vuelta a España en la plaza de Cibeles y termina la temporada de ciclismo en este 2020. Acaba con el éxito de Primoz Roglic, que muestra otro talante, más feliz, más participativo, más normal. Y finaliza con el esprint triunfal del alemán Pascal Ackermann en la plaza de Cibeles, el punto de destino más feliz para todos los corredores. Llega la Vuelta a Madrid sana y salva, sin positivos entre los ciclistas, hermética la burbuja frente al coronavirus y el mundillo ciclista se felicita porque la tarea no era fácil en la segunda ola de la pandemia y la carrera lo ha logrado con nota alta. Sale la última etapa del Hipódromo de la Zarzuela, rodea Madrid por la M50 y penetra en la capital hasta la arteria de la Castellana, donde quiere lucirse el único madrileño que reside en la capital, Gonzalo Serrano, del Caja Rural. Los velocistas son una especie en decadencia porque los organizadores no quieren etapas llanas que bajan audiencias. En la Vuelta solo tienen cuatro oportunidades en 18 días y no van a conceder ninguna fuga en la Castellana. El esprint pasada la plaza de Cibeles lo disputan los dos mejores llegadores de la ronda, el irlandés Sam Bennett, el número de la actualidad, y el alemán Ackermann, que ya figura como ganador de una etapa por la descalificación de Bennett en Aguilar de Campoo. La última volata se aprieta como las tuercas de un submarino. Bennett remonta por la izquierda, pero Ackermann resiste para imponerse por apenas cinco centímetros.