Tunde, el hombre talismán del Betis Baloncesto

Si a finales de agosto de 2024, cuando se presentó ante los medios al Betis Baloncesto del Grupo Hereda, Pedro Fernández se definió como un hombre con «muchísima suerte», de Babatunde Olumuyiwa, Tunde , podría decirse que es un auténtico talismán para el conjunto verdiblanco. El pívot de Sierra Leona, de 2,03 metros y 33 años, es el único jugador que ha estado en los dos ascensos a la ACB vividos con el Betis en los últimos seis años. Esos dos proyectos, absolutamente diferentes en cuanto a filosofía y armados por diferentes propietarios, guardan apenas dos denominadores comunes : el objetivo conquistado del ascenso y la presencia en la plantilla de este interior africano de corte eminentemente defensivo que, junto a sus compañeros en los tableros, ha desmentido una de esas máximas que en las quinielas de la Final Four restaba opciones sobre el papel a su equipo. Sin pívots dominantes, ya ven, también se puede volver a la ACB. Las estrellas del Betis, sus hombres diferenciales, han estado en el perímetro , pero finalmente el club se ha salido con la suya y con el planteamiento que defendió a capa y espada cuando la pelota aún no había echado a volar. El Betis llegó tardísimo al mercado con la venta de la sección del Grupo Hereda y a partir de ahí se puso a trabajar a contrarreloj para configurar la plantilla más ambiciosa posible. Para el perímetro pudo reclutar mucho talento, pero no así para el juego interior, optando por perfiles de jugadores más productivos en la intendencia para que los exteriores brillaran. De hecho, se firmó de nuevo a DeBisschop y, ante la 'epidemia' de lesiones que sufrió el equipo en el invierno y en pleno carrusel de partidos entre Liga y Copa de España, el Betis repitió la fórmula optando por otro viejo conocido, Tunde en este caso, quien había quedado liberado del MoraBanc Andorra junto al también exverdiblanco Nikola Radicevic . Frustrada la opción de EJ Onu, por el que pujó el club sin que pudiera rematar la operación, se apostó por los servicios de Tunde , que aseguraba físico, rebote y presencia en la pintura pero no así muchos centímetros ni tampoco capacidad para abrirse al perímetro. Con lo que nadie contaba es con que Tunde tiene estrella cuando se pone la camiseta del Betis Baloncesto . Cuando eso ocurre, y ahí están los hechos, pasan cosas buenas. En 2018, cuando completó la plantilla diseñada entonces por Juanma Rodríguez, era un jugador desconocido que provenía de la LEB Plata y tenía mucha competencia en su puesto. Ahí, como cinco , podían jugar Stainbrook, Marcius y Samb . Sin embargo, con su hiperactividad en la pista e imponente despliegue físico se ganó pronto el corazón de los aficionados y fue ascendiendo en el escalafón del juego interior del equipo entrenado por Curro Segura . Jugando 15 minutos de media, aportó cuatro puntos y cuatro rebotes con un 69% en el tiro de campo y un pobre 47% desde la línea personal. Una faceta esta última en la que ha mejorado de manera significativa. En los 16 encuentros de la fase regular de esta temporada, Tunde ha presentado una tarjeta de 6 puntos, 3,8 rebotes, 7,2 créditos de valoración, un 67% en el lanzamiento de dos y un 70% en el tiro libre. En los siete partidos del play off de ascenso (cinco contra el Cartagena y los dos de la Final Four), el africano se ha ido hasta los 6,3 puntos (62% de dos y 73% desde el tiro libre), 3 rebotes y 6,6 de valoración. No son números de pívot titular, pero sí de un interesante complemento. Es un jugador que suma, hace equipo y aporta consistencia en la pintura . Es su misión y a ella se ha ajustado. Gonzalo García de Vitoria insistió mucho para quedárselo el resto de la temporada tras el mes que se le firmó y el tiempo le ha dado la razón. Tunde adelantó en la rotación a Kasibabu , aunque ha formado una interesante sociedad con el congoleño cuando el Betis ha optado por jugar con el small ball . Aportan energía, músculo y presencia física. En 2019, tras el ascenso, Tunde continuó su carrera lejos de Sevilla. Se fue a Palma y después militó dos temporadas en el MoraBanc Andorra , otra en el Baxi Manresa y probó suerte en los Panteras de Aguascalientes de la liga mexicana antes de hacer de nuevo escala en Andorra como antesala de su segunda etapa en la capital hispalense. Los supersticiosos están tardando en solicitar su continuidad porque, mientras los hechos no demuestren lo contrario, con Tunde en el vestuario los objetivos se cumplen.