Las lesiones aterrorizan a la NBA

La NBA vive en el alambre. La mejor liga de baloncesto del mundo avanza desde hace unos años perseguida por las críticas como producto. Las audiencias televisivas irregulares, las nuevas tendencias rompedoras con el juego tradicional y los explícitos posicionamientos políticos a favor de causas sociales como el Black Lives Matter o la situación de Hong Kong han distorsionado en cierta manera la competición. La burbuja de Orlando, sin embargo, marcó un precedente pues demostró al mundo que, con un buen colchón económico, el deporte podía transcurrir en medio de una pandemia mundial y devolvió parte de la ilusión al aficionado medio. Pero después de la tormenta no ha llegado la calma. Más de un año después, el coronavirus persiste y las consecuencias a largo plazo de su llegada empiezan a aparecer. El calendario y las lesiones (o el miedo a ellas), sus principales manifestaciones en la NBA. «Brutal», «demencial» o «un ejercicio de supervivencia» son algunos de los adjetivos con los que se ha describido al actual ritmo de la liga. Entre la finalización de la temporada anterior y el comienzo de la actual solo transcurrieron 72 días. Los Lakers se coronaron como campeones el 12 de octubre (tras 92 partidos jugados) y el 23 de diciembre ya estaban de nuevo sobre el parquet . Es por eso que Adam Silver, máximo responsable del organismo, desarrolló junto a la asociación de jugadores, un plan para el transcurso de la actual temporada, reduciendo los viajes y el número de encuentros de los 82 en 177 días habituales a los 72 en 146 que se disputarán en esta temporada regular. En esta nueva fórmula, los equipos disputan una media de 3,6 partidos a la semana y las consecuencias no han tardado en hacerse notar. Pese a que las lesiones, según los datos de la NBA, han descendido un 5% respecto a la anterior, ha sido habitual ver a las grandes estrellas de la competición sentadas en el banquillo y vestidas de largo. Los allstar de 2021 se han perdido el 15% de los partidos, la segunda peor ratio de la historia de la NBA. Davis (27 partidos de baja), James (15), Curry (10), George (15), Irving (16), Embiid (18), Durant (33) o Harden (15) son varias de las grandes estrellas que han tenido problemas físicos en la actual temporada. Jamal Murray, base de los Denver Nuggets, se perderá lo que resta de competición tras romperse los ligamentos de su rodilla hace una semana. El canadiense disputaba su primer encuentro tras haber estado ocho en el banquillo por un problema en el hombro. «Demasiados jugadores lesionados en esta temporada reducida... No hay necesidad de volver a hacer algo así», se quejaba hace unos días Josh Hart, escolta de los Pelicans, tras ser operado del pie. Cinco partidos en siete noches El plan de la liga, en un inicio, era disminuir las grandes acumulaciones de partidos en varios días consecutivos, pero los choques suspendidos por los contagios en las plantillas (32 en la primera parte de la temporada) han obligado a reformular el calendario. De esta manera, varias franquicias han tenido que jugar desde mediados de marzo bloques de cinco partidos en siete noches. Los Memphis Grizzlies (8 veces), San Antonio Spurs (7), Detroit Pistons (5), Houston Rockets (5) y Dallas Mavericks (5), todos menos estos últimos con récord victorias negativo, los más afectados. Los Miami Heat han jugado los últimos 27 en 51 días. Ante el viacrucis, no son pocos los equipos que han seguido tratamientos conservadores para recuperar a sus estrellas, como han hecho los Lakers o los Nets, las grandes agrupaciones de talento y principales aspirantes al anillo. No hay prisa y una recaída o una nueva lesión podría suponer la desaparición de sus aspiraciones. El descanso intermitente es otra de las prácticas habituales que ejercitan los equipos de la NBA. De hecho, Silver ya amenazó a finales de 2020 con multas de hasta 100.000 dóalres (83.460 euros) a los equipos que reservasen a sus mejores jugadores para partidos televisados a nivel nacional. La guinda del pastel son los Juegos Olímpicos. Si la cita de Tokio llega a celebrarse, empezaría el 21 de julio, un corsé más para el calendario, pues las finales de la NBA lo harían el 8 de julio. En las entrañas del 'Team USA' urge recuperar el trono del baloncesto de selecciones tras el fracaso del mundial celebrado en 2019 en China, donde fueron eliminados en cuartos de final por Francia con un equipo exento de estrellas. Jugadores como LeBron James, Kevin Durant, Anthony Davis o Stephen Curry ya lideran una temible lista de preselección, pese a que el que estos estén en Japón dependerá de cómo transcurra la actual temporada, porque seguramente, el Larry O'Bryan vale más que el oro.