Pendientes de Alcaraz en una Copa Davis para la que se piden cambios: «El compromiso sería aún mayor»
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Acabadas las ATP Finals , se encienden los focos de la Copa Davis en Bolonia. Hay reminiscencias del torneo de los ocho mejores jugadores del año porque la mayoría no estará en el torneo de los ocho mejores equipos del año. Algunos por no haberse clasificado y otros por las bajas anunciadas o de última ahora. Como las de Jannik Sinner , a la que se sumó la de su compañero Lorenzo Musetti tras caer eliminado en Turín. Y está la incertidumbre de Carlos Alcaraz , que perdió la final del domingo contra Sinner y, en el proceso, se dañó el isquio del muslo derecho. Tras la final, el murciano dejó claro que acudiría a reunirse con sus compañeros, Pedro Martínez, Pablo Carreño, Marcel Granollers (también presente en Turín y que se incorporó ayer a la concentración) y Jaume Munar, y se pondría a las órdenes del capitán David Ferrer. «Mi idea es ir a Bolonia y ver cómo progresa el isquio en estos días. Mi intención es dar lo que esté en mi mano para recuperarme y jugar bien la Copa Davis con España». La primera parte del plan se cumplió. El lunes a primera hora, Alcaraz puso rumbo a Bolonia por carretera acompañado de su entrenador, Juan Carlos Ferrero. Una vez allí, pasó por el hospital para realizarse una resonancia, supervisada por el doctor del equipo nacional, Ángel Ruiz Cotorro, para ver la lesión y las recomendaciones a partir del pronóstico. A última hora de la tarde se confirmó que no era una rotura, sino una sobrecarga, y no entrenará el martes como estaba previsto. En principio, intentaría saltar a la pista el miércoles y decidir en función de cómo siga evolucionando la sobrecarga y sus propias sensaciones. Por este imprevisto, la rueda de prensa que estaba programada para el mediodía fue pospuesta para hoy, antes de la eliminatoria inicial del torneo entre Francia y Bélgica, para dar margen al murciano a comprobar cómo evoluciona el isquio y tomar decisiones. Importantes, porque Ferrer contaba con el número 1 del mundo para jugar los partidos individuales y con la posibilidad abierta del dobles con Marcel Granollers. La noticia positiva es que España no debuta contra República Checa, y los rocosos Jiri Lehecka, Jakub Mensik y Tomas Machac hasta el jueves. No obstante las alteraciones en el vestuario español, la legendaria competición por equipos comienza hoy, con ese Francia-Bélgica y con la República Checa, Italia, Alemania, Argentina, España y Austria en busca de la Ensaladera. Pero las dudas sobre la participación de Alcaraz reabren el eterno debate sobre el torneo, que parece haber perdido vigencia, magia e interés a pesar de los intentos por reactivarla. No estarán Sinner ni Musetti en Italia. En República Checa han llegado tocados algunos de sus componentes. Como le pasa a España. Alexander Zverev sí estará con Alemania, que podría cruzarse con el conjunto de Ferrer en semifinales, pero criticó con dureza el formato actual: «La verdadera Copa Davis son las eliminatorias a doble partido. Para mí, si estás en la final de la Copa Davis, me alegra mucho jugar una semana más después de las Finales ATP. Pero tener que jugar cuartos de final, semifinales... puede ser una pérdida de tiempo». Los jugadores echan de menos la atmósfera que se creaba en el anterior formato y les parece artificial que se jueguen todos los partidos en la misma sede, ajena a la mayoría de los participantes, sin espectadores de todos los países. «La verdadera Copa Davis es el ambiente. Jugar contra Italia en Italia sería un ambiente completamente diferente a jugar contra Italia en España. Jugué contra Nadal en una plaza de toros. Eso es para mí la verdadera Copa Davis», prosigue Zverev, que dejó claro: «Para mí, esta no es la verdadera Copa Davis; es una exhibición que se llama Copa Davis. Voy a jugar porque mis compañeros de equipo me lo pidieron mucho, pues sienten que se están haciendo mayores. Struff y los jugadores de dobles ya no tienen muchas oportunidades más. Juego solo por eso». En la misma línea se explicaba Sinner , que levantó la Ensaladera en 2023 y 2024: «Nunca jugué la auténtica Copa Davis, la de jugar en Argentina o Brasil, donde todo el estadio está con el equipo contrario. Eso sí es la Copa Davis. Los italianos tenemos suerte porque podemos jugar aquí. Contamos con un gran apoyo de la gente. Pero puede suceder que, el año que viene, Australia juegue contra Estados Unidos, en Bolonia. No se tiene esa sensación de Copa Davis». Se reclaman cambios, aunque, como todo, depende de la perspectiva y las apetencias de cada uno. La principal es que el calendario está muy ajustado y muy gastadas las pilas cuando se van a jugar las eliminatorias definitivas. Aunque también se producen bajas durante el año porque se prioriza el palmarés individual. «Con este calendario, se hace difícil que cada año se presenten los mejores jugadores del mundo de todos los países. Lo que veo con potencial para el futuro es que se disputara durante dos años: con las semifinales a principios de año y la final a finales. Así se crearían grandes partidos en grandes estadios. La haría aún más grande», señaló el italiano, que se llevó algunas críticas de excampeones por no acudir en esta final de 2025. Esa idea de espaciarla también parece convencer a Andrea Gaudenzi , presidente de la ATP: «Me encanta la Copa Davis. Es un evento increíble. En un mundo ideal, creo que podría disputarse con formato local y visitante cada dos años. Que yo sepa, no hay ninguna Copa del Mundo en el deporte que se celebre cada año». El propio Alcaraz , antes de su lesión, se unía a la discusión y ampliaba la distancia entre una edición y otra incluso hasta los tres cursos: «Es una de las cosas más privilegiadas que puedes hacer en nuestro deporte, representar a tu país, y jugar cada año no es tan especial como si se jugara cada dos o tres. Así el compromiso de los jugadores sería aún mayor, porque sería algo único y diferente. De verdad quiero ganar la Copa Davis algún día porque para mí es un torneo importantísimo. Sinner y Musetti la han ganado dos veces, y es normal que se den de baja, por lo larga que ha sido la temporada. Así que sí, diría que tienen que hacer algo al respecto para que la Copa Davis vuelva a ser realmente única».

