Nadal y una nueva vida entre el gimnasio, las pachangas de fútbol y la paternidad
0
3
Rafael Nadal dejó la raqueta en noviembre de 2024, pero no ha estado parado ni un minuto desde entonces. A la descompresión del tenis le han seguido días de descanso, de recuperación física y mental, tiempo de calidad con su familia y un sinfin de actividades relacionadas con sus negocios. Ahora se ha subido a la bicicleta del pódcast 'Con mucho de...', organizado por NDL Pro-Health (suplementos nutricionales del propio Nadal y Cantabria Labs) en el primer episodio de ocho capítulos en una serie en la que diferentes personalidades pedalearán con fines solidarios mientras charlan de sus vidas con la periodista Alba Lago. Y en la vida de Nadal, confiesa el balear, no hay una agenda demasiado marcada: «Es un poco difícil aún decir cuál es mi día a día, porque no hay. Al final, después de tantos años dedicándome a lo mismo, creo que es un periodo de ir haciendo muchas cosas y también ir entendiendo un poquito qué es lo que realmente me gusta más o me gusta menos. Pero no hay una rutina diaria». Tiene actos y reuniones de sus actividades y negocios, pero sí ha reservado parte de la mañana para volver al gimnasio tres días a la semana. «De 8.30 a 10, porque si lo dejo para el final del día siempre hay excusas para no ir, así que prefiero empezar el día así. Hago un poco de todo, fuerza y cardio, y algunas rutinas de cuando jugaba las mantengo para proteger las rodillas y un poquito los hombros, y para acondicionarlo para cuando vuelva a jugar al tenis, aunque sea de forma distinta, estar listo». Porque no, no ha vuelto a coger una raqueta, aunque lo hará pronto, dice. Lo que sí ha vuelto es al fútbol, aunque sea con los amigos. «Y después de 15 años no sabes lo malo que me he vuelto», confiesa. También ha recuperado el golf, pero menos de lo que pensaba que jugaría porque tiene otras prioridades: «Mi forma de ver la vida no ha cambiado, porque yo siempre he sido una persona que le han encantado los niños; pero bueno, la forma de vivir sí que la cambia un poquito. Tienes una responsabilidad distinta. Me gusta ir a buscar al niño al cole, lo hago todas las veces que puedo e intento que las reuniones y el trabajo, sea por las mañanas. Lo que pensaba que sería ir a jugar al golf cuatro o cinco veces a la semana, al final, por trabajo y porque te apetece estar con él, termino jugando dos y juego más con mi hijo». Ocupan mucho espacio de su agenda tantos sus negocios como su fundación, de la que se siente realmente orgulloso. «Me hace ilusión poder generarles oportunidades y acompañar a las personas, sobre todo niños y niñas, que tienen un futuro muy difícil. Les abrimos un abanico de oportunidades que no estaban en su día a día». Por eso, y por ahora, no se ve como entrenador, centrado como está en su presente. Aunque no lo descarta para el futuro. «Mi vida actual es una, no sé la que va a ser dentro de cuatro o cinco años». Nadal ha sido muy riguroso en muchos aspectos de su vida profesional, pero nunca lo ha sido demasiado en cuanto a la nutrición, ha confesado. De hecho, todavía se permite algún capricho al día. Pero sí ha aprendido a cuidarse cada vez más. «El conocimiento de cómo alimentarse bien llegó un poco después de lo que yo viví cuando crecí. Fui mejorando mucho, especialmente desde mitad de mi carrera hacia delante, cuando empecé a trabajar con nutricionistas, pero nunca fui superriguroso, y una vez retirado, pues lo mismo». Y dejó su placer más íntimo: «Me gusta mucho el chocolate, y además con leche... desgraciadamente». Gracias a su faceta profesional y también a esa alianza con NDL Pro-Health y Cantabria Labs, ha aprendido mucho de nutrición, que sigue manteniendo, como los geles o el magnesio: «Me da una sensación de energía que me gusta. Después, el magnesio lo voy utilizando para recuperación y también para sentirme bien. Y me gusta el producto de articulaciones, lo tomo cada mañana». Y también continúa con la costumbre de cocinar, como ya hacía de tenista: «Me gusta cocinar las cosas que me gustan, como el pescado. Hacemos arroz de pescado, sopa de pescado, paella...». Los relacionados con el mar, al que siempre le ha recurrido para descansar entre temporada y temporada tenística: «El mar me ha aportado desconexión, libertad y tranquilidad». Al final de la entrevista se han contabilizado los kilómetros realizados y Nadal ha sumado los primeros 7,5 kilómetros, que se traducirán en dinero para diversas organizaciones solidarias. La mitad de lo recaudado irá a la Fundación del balear, al proyecto 'Más que tenis', que promueve la práctica de este deporte entre jóvenes con discapacidad. La otra mitad se destinará al proyecto Liga Cantabria Labs, un campeonato inclusivo para personas con discapacidad en colaboración con el Racing de Santander.