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Alcaraz, nuevo rey de Montecarlo

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Carlos Alcaraz sonríe feliz, casi aliviado, triunfal en este Masters 1.000 de Montecarlo que celebra por primera vez. Se vuelve a situar en el centro de la foto tras batir a Lorenzo Musetti , 23 años y 16 del ranking, y suma su segundo título en este 2025, después del logrado en Róterdam. El trofeo también pone fin a una racha de trece meses sin levantar un título de esta categoría 1.000, desde Indian Wells 2024, así que hay euforia en la celebración porque las dudas empezaban a pesar demasiado. Y por si fuera poco, estos mil puntos lo sitúan en el segundo escalón de la clasificación mundial, en detrimento de Alexander Zverev, y un poquito más cerca del sancionado Jannik Sinner. Una semana redonda. Le costó a Alcaraz este torneo desde siempre, y también en esta edición. Costó deshacerse de Francisco Cerúndolo (3-6, 6-0 y 6-1), también de Daniel Altmaier a pesar del resultado (6-3 y 6-1), Arthur Fils lo llevó muy al límite (4-6, 7-5 y 6-3), y también lo presionó de lo lindo Alejandro Davidovich (7-6 (2) y 6-4), pero no hubo enfados ni desconexiones fatales. Porque también costó esta final. Con un Musetti estrenando el último día de un torneo de este calibre sin que por ello le temblara el pulso. Alto nivel y sólido ante la gris puesta en escena de su rival. Porque quizá por ese favoritismo que se le presuponía salió algo más tambaleante Alcaraz, que no encontró tino con sus saques (57 % de puntos con el primer servicio) ni sus derechas (14 errores). Tampoco con el resto. Aunque consiguió una rotura de entrada, se la devolvió el italiano duplicada, y no le llegó la fluidez a tiempo como para desperezarse del letargo y la pesadez, como el día. Pero este Alcaraz está cada vez más cerca de lo que quería ser, con esa capacidad de ganar sin jugar tremendamente bien ni tener el día perfecto, lo que diferencia a los muy buenos de los mejores. Aguantó otra mala racha propia y espero su oportunidad, sin enfados ni desequilibrios, hasta que encontró el modo de ser él mismo superando sus problemas y activando los del rival, que después del esfuerzo del primer set empezó a notar el cansancio, la tensión, la presión y la cercanía de que quizá podía ser campeón en su primera final de estas características. Así, con trabajo y más trabajo, calma y orden a pesar de los fallos, recondujo Alcaraz la final hacia su favor. De los golpes equivocados en la primera media hora, a las derechas que encontraban los ángulos y las alturas que mermaron la defensa del italiano. Y sin hacer más que de sí mismo, un 'break', otro 'break' hasta acabar por romper el encuentro y al rival, entre calambres y lesionado en el último tramo del encuentro, con un 6-1 arrollador que enlazó con otra rotura al inicio del tercero para ponerse con 3-0 y cada vez con más cara de campeón. Agotado Musetti, acalambrado por la presión, revisado por el médico en la zona del muslo derecho, no tuvo más fuerzas, y menos ante este Alcaraz. El Alcaraz de las grandes tardes con un paso más grande hacia el jugador más completo: orden, convicción y paciencia. El español, que cumplirá 22 años el día 5 de mayo, respira aliviado tras varias semanas de tensión, incapaz de enlazar buenos torneos y con ciertas prisas por cumplir unas expectativas, propias y ajenas, que empezaron a cargar demasiado su brazo. Cuartos en Australia, título en Róterdam, cuartos en Doha, semifinales en Indian Wells, primera ronda en Miami. Un currículo estupendo pero que no acababa de ser del gusto del murciano, que se sabía favorito en estas últimas semanas con la ausencia de Sinner por el castigo por dopaje y le costó cubrir esa etiqueta. Él mismo lo admitió. Pero en Montecarlo, un reto que tenía en el cuaderno porque no había sumado nunca una victoria (perdió en 2022 ante Korda y no participó por lesión en 2023 y 2024), se libera de todo y de todos con una semana de dudas, errores y altibajos completada con el título por convicción, confianza y paciencia. Se le había hecho largo al murciano esta espera de trece meses sin pisar siquiera una final de Masters 1.000. Desde Indian Wells 2024. Señalaba a su propia presión y a la de los demás como factor por el que no podía ser él mismo en la pista. «La gente no tiene paciencia y quiere que esté en la final de cada torneo que juego», deslizaba estos días. Pero ya se ha deshecho de toda cadena mental con este sexto Masters 1.000 de su carrera. Despuntó en un magnífico 2022 con los títulos de Miami y de Madrid, además del US Open el número 1 más joven de la historia; continuó con otro año todavía mejor, campeón en Indian Wells, Madrid y Wimbledon; en 2024 también se coronó en Indian Wells y enlazó Roland Garros y Wimbledon. En este 2025, ya atrapa Montecarlo, un hueco que tenía en su hoja de ruta, y todavía no ha cumplido los 22 años. Qué más se le puede pedir. Avanza Alcaraz en la dirección correcta, que lo lleva ahora al Conde de Godó inspirado y convencido. Y segundo en la tabla, con 7.720 puntos, por encima de Zverev (7.595), que tampoco ha podido aprovechar la baja de Sinner, que sigue líder con 9.930 puntos.

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