Alcaraz cede en los cuartos de Doha ante las embestidas de Lehecka
Los trucos y recursos de Carlos Alcaraz no fueron suficientes para que el murciano derrotara a Jiri Lehecka en los cuartos de final del ATP 500 de Doha. Lo tuvo cerca el número tres del mundo, llegó a ir con una rotura de ventaja en el tercer set, pero su rival reaccionó para llevarse el encuentro y la clasificación para las semifinales: 6-3, 3-6 y 6-4.
Cuando tuvo el resultado en contra fue cuando más se soltó Lehecka, que pase lo que pase en lo que queda de torneo el próximo lunes tendrá el mejor ranking de su carrera. De momento, será el 22 y si se mete en la final o gana escalará algún puesto más en la clasificación mundial. Es el tenista, por ejemplo, que despidió a Rafa Nadal del Mutua Madrid Open la noche del 1 de mayo de 2024. Un chico de 23 años al que todos esperan y que va llegando, poco a poco. Lo de Alcaraz fue fulgurante, no es lo habitual; lo del checo va más lento, pero hacia delante. El español tiene seguramente más talento con la raqueta, pero le faltaron recursos para enredar a su rival cuando veía que a base de palos iba a ser imposible. Hizo un break rápido Carlos, lo que es una ventaja importante contra el checo, pero a partir de ahí Jiri sacó el mazo. Más suelto cuando tenía el resultado en contra, comenzó a tirar con mucha potencia para encadenar cuatro juegos seguidos. Pasó del 2-1 al 2-5 con un tenis de hierro. Alcaraz peleaba, pero no era suficiente.
La historia se repitió en los dos sets siguientes, y el pupilo de Juan Carlos Ferrero (el técnico volverá al palco en Indian Wells; tanto en este torneo como en Róterdam a Carlos le ha acompañado Samuel López) sólo pudo salir victorioso del segundo. En las tres mangas llegó a tener la rotura de ventaja, y después sufrió la reacción de Lehecka. Lo que intentó oponer ante los potentes golpes que le llegaban fueron muchas piernas y golpes imposibles. En un momento incluso se fue al suelo y soltó la raqueta rápido para no hacerse daño. Rápidamente miró a su banquillo y sonrió. Es único en ese sentido, normalmente se divierte en la pista.
Si los intercambios desde el fondo se alargaban, el punto tendía más a caer del lado del español, pero eso es lo que intentaba impedir su oponente con un juego más directo. El tercer set estaba al límite. Estuvo a punto de sucumbir Lehecka, que forzaba tanto que tiró fuera alguna bola por milímetros. Alcaraz se puso 4-2, pero no sumó más. Dependía de meter primeros, y en el juego definitivo los saques no le dieron la ventaja necesaria. Además, buscó globos, dejadas o voleas desde detrás de la línea de saque. Son recursos que tenía que usar con más asiduidad de la que le hubiera gustado. Un último segundo saque fue restado a dos manos hacia abajo por Jiri, se estiró el español y llegó, pero muy desequilibrado. Garra no le faltó en ningún momento, pero la pelota voló y se fue larga.
Es su segunda derrota del curso, tras la dolorosa contra Djokovic en los cuartos del Open de Australia. Su próxima parada, el primer Masters 1.000 de la temporada.