Paire vuelve a la carga: «Me importa un carajo. Pierdo, gano 12.000 euros y me voy a casa»

A Benoit Paire le están superando las medidas anti-Covid. El polémico tenista francés, que cayó eliminado ante el australiano Jordan Thompson en la primera ronda del Masters 1000 de Montecarlo, cargó contra las condiciones en las que tienen que competir los jugadores y volvió a aferrarse a los premios económicos como única parte positiva del tenis. «Me importa un carajo este partido. Tengo un partido de dobles y luego me escaparé a casa, a dos horas en coche. El tenis no me aporta nada feliz. Estar aquí es una tristeza absoluta, aunque generalmente sea el mejor torneo del mundo... Así que, francamente, que le den», declaró nada más sentarse en la sala de prensa. «Venir a estos cementerios me deprime», declaró tras su derrota. «Vienes a Montecarlo, uno de los mejores torneos del mundo y llegas, ves que está vacío y hay un ambiente de tristeza que rara vez se ha visto. Así es, el circuito se ha podrido. Me siento como un miserable cuando estoy sobre la pista», añadió. «Si gano o pierdo, no me importa. Ganar o perder en esas condiciones, no me importa. Ya no tengo la chispa», insistió un galo al que se le puede ver psicológicamente muy afectado por las medidas sanitarias para contener a la pandemia de coronavirus, y en concreto por la ausencia de público. De hecho, Paire solo ha ganado un partido esta temporada de los diez que ha disputado. «Pierdo, tanto mejor, me voy a casa. Gano, y me digo que quedan dos días más y que después voy a perder», confesó. «Vamos a decir, 'sí, es como la vida normal'. Muy bien, encuentro que la vida normal es una mierda en este momento y el circuito es una mierda igual. El único momento de felicidad es cuando estoy en casa, cuando no me pongo la máscara yme importa una mierda el covid», agregó. El consuelo económico Preguntado por si espera encontrar la magia en Roland Garros en el mes de junio, Paire fue contundente: «No tengo magia que encontrar. No tengo nada que encontrar, francamente». «Para las ratas muertas del tenis, estoy seguro que es genial venir aquí. Es como si estuvieran entrenando. En un momento dado, si tú conoces el circuito, conoces Montecarlo y ves cómo es esto ahora, te dan ganas de tirarte por la borda», insistió. Lo único positivo para el tenista francés, lo único que consigue motivarle en este momento, son los premios económicos de los torneos: «El circuito se ha podrido. ¡Pero por lo menos tengo 12.000 euros! Diréis 'está hablando de mucho dinero'. He cogido 12.000 euros para estar tranquilo en el hotel y luego irme a casa. Es perfecto».