El Camp Nou albergaría más público que las alternativas
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La construcción del Espai Barça ya será bastante cara como para ponerse a sacar la tribuna del Estadio Johan Cruyff y remodelarlo para tener una casa propia durante un tiempo. Una casa, donde no cabrían los abonados. En Montjuic, con capacidad para 56.000 espectadores, tampoco cabrían todos, ni mucho menos. Además, de aquí a aquí, el Club no tiene un euro y, de pronto, nos gastaríamos una millonada en adecuar dos estadios, el Johan Cruyff y el Lluís Companys. La idea inicial de hacerse las obras en el Camp Nou sin dejar de jugar competiciones no está descartada y sigue teniendo todo el sentido. El estudio pormenorizado hecho por Nikken Sekkei y el taller de Fermín Vázquez trabajaban con la premisa de que, a pesar de las obras, siempre pudiese haber un mínimo de 70.000 abonados en los partidos. Con incomodidades de acceso y polvo, claro está, pero trabajando la piel del estadio durante la temporada y en el interior durante las cuatro temporadas de obras. 70.000 abonados en el campo significa que, a cada jornada, se afecta a menos socios que si sólo pueden acudir 56.000 a Montjuïc o 30.000 a Sant Joan Despí. Dicho esto, viendo la escasa asistencia de público a los partidos del Barça quizá el aforo no será un problema. Al contrario, quizá el error es construir un estadio para 110.000 personas que jamás volverán a un estadio de fútbol.