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Vicente Luque busca una victoria que le acerque al título de UFC: «Voy a demostrar que puedo ser el campeón»

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A Vicente Luque (Nueva Jersey, 1991) le corre por las venas sangre guerrera. Hijo de una brasileña cinturón negro en karate, siempre estuvo relacionado con las artes marciales, aunque comenzó a entrenar seriamente a una edad relativamente tardía y, pese a ello, ha desarrollado una carrera extraordinaria en artes marciales mixtas (MMA). Con 15 años se introdujo en el muay thai, con 16 en el jiujitsu brasileño y solo un año más tarde ya estaba peleando profesionalmente en MMA. «Fui directamente a profesional porque cuando yo empecé no había peleas amateur en Brasil (donde reside desde los seis años). Para mí fue muy bueno porque llegué joven a UFC, con solo 23 años», explica a ABC desde Las Vegas, donde se prepara para enfrentarse al número cinco de la división del peso wélter, Michael Chiesa, en una pelea que podría suponer acercarse al cinturón. De su primera etapa en Brasil, país al que asegura que representa aún habiendo nacido en Estados Unidos, recuerda el nerviosismo de las primeras batallas. «No sabía qué iba a pasar, si iba a ganar o no... Peleando me fui acostumbrando a los nervios, ahora solamente me divierto», dice con humildad. En sus primeras cinco peleas cosechó dos victorias, dos derrotas y un empate, un récord que no invitaba a pensar en llegar a la UFC. Pero si algo le define a Vicente Luque es su capacidad de sobreponerse a la adversidad. La derrota le hizo luchador. «Si puedo mejorar sin perder mucho mejor, pero es difícil muchas veces. A mí las derrotas me enseñaron mucho, pude cambiar y evolucionar mi estilo después de cada tropiezo. Lo más importante es la mentalidad, cuando uno pierde una pelea hay que ser positivo. Por supuesto que uno no está feliz por perder, pero miré en qué podía ser un mejor luchador, eso me hizo volver a ganar y poder vencer durante varios combates consecutivos. Perder es parte del juego, pero hay que mejorar para seguir ganando», cuenta el brasileño. Su carrera continuó en tierras brasileñas, perdiendo y ganando, hasta establecer un récord de 7-4. Ahí llegó la oportunidad de su vida: le seleccionaron para participar en el 'reality show' de UFC, el TUF, que enfrentaba a un equipo brasileño contra uno estadounidense (American Top Team vs Blackzilians). Y no la desaprovechó. «Normalmente el TUF tiene muchos estadounidenses y poca gente de otros países, pero como yo hablaba buen inglés pude entrar», recuerda. No lo ganó, pero fue suficiente para demostrar que tenía cualidades para forjarse una carrera excelsa. Encadenó cuatro victorias y dos actuaciones de la noche, hasta que llegó de nuevo un tropiezo. «Los dos puntos de inflexión dentro de UFC fueron las dos derrotas contra Leon Edwards y contra Stephen Thompson. Contra Edwards perdí y aprendí muchas cosas sobre mi juego, sobre lo que yo tenía que hacer; contra Thompson fue diferente porque perdí en lo que yo hago mejor, que es la pelea de pie, eso me mostró que yo todavía podía mejorar más el 'striking'», apunta. Tras su última derrota contra Stephen Thompson, ha encadenado tres grandes victorias ante Niko Price, Randy Brown y el excampeón de la división Tyron Woodley. Este sábado le tocará bregarse contra Michael Chiesa. «Me encuentro muy bien, mejor incluso que la última pelea contra Tyron Woodley, durante mis últimas cinco peleas siento que he ido evolucionando, técnicamente he ido mejorando. Voy a pelear contra Michael Chiesa que es un gran 'grappler', he entrenado mucho jiujitsu brasileño, también he evolucionado en la lucha con mi entrenador cubano. Creo que soy mejor luchador que la última pelea», asegura. Pero ¿cómo puede mejorar cuando uno ya está en la élite? «Para mejorar hay que pulir detalles y cambiar el juego. Si yo soy siempre el mismo me van a ganar, hay que mantener lo que tengo de bueno, pero hay que modificar pequeñas cosas para que cada pelea pueda ser un poco diferente, para que no me puedan leer», señala el luchador que entrena en el 'Raw MMA' de Brasil. Respecto a la batalla que le espera este fin de semana, Vicente Luque es consciente de que su rival tiene un estilo marcado, y no cree que lo vaya a cambiar. «Chiesa va a buscar el 'grappling', es lo que suele hacer y no creo que sea diferente, pero estoy listo para cuando me quiera sorprender. Yo voy a buscar mantener la pelea de pie. Es una pelea muy clásica de 'striker' contra 'grappler'. Me imagino la posibilidad de que sea la pelea de la noche», manifiesta. El brasileño sabe que de esta victoria depende empezar a tener el cinturón a tiro de piedra. «Lo más importante para acercarme al título es ganar a Chiesa con una victoria impresionante. Tengo que mostrarle a UFC que estoy listo para ser campeón», desliza. Si su trayectoria sigue en ascenso y Kamaru Usman defiende su título con éxito, en el horizonte estaría este combate. «Tendrá sentido que pelee contra mí puesto que ya ha ganado a los cinco luchadores mejor posicionados, pero a mí todavía no. Eso sí, primero tengo que ganar muy bien a Chiesa», dice, mientras apunta que «son los pequeños detalles los que te dan la victoria» en estas grandes peleas.
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