Pablo Urdangarín, sus cariñosas imágenes con su abuela, Claire Liebaert, con las que ha acabado por conquistarnos
El hijo de la Infanta Cristina contó con el apoyo de su padre, Iñaki Urdangarín, su abuela y parte de su familia paterna en el partido que disputó con el Barça de balonmano en la localidad vasca de Zarauz, regalándonos un emotivo reencuentro que refleja cómo es su relación fuera de los focos
MADRID, 23 (CHANCE)
Demostrando que en nada ha cambiado su relación con su hijo Pablo Urdangarín y que cuenta con el apoyo incondicional de toda su familia en esta nueva etapa de su vida al lado de Ainhoa Armentia y lejos de la Infanta Cristina, Iñaki Urdangarín ha reaparecido con su madre, Claire Liebaert, sus hermanas Lucía y Laura y varios de sus sobrinos en el partido que el Barcelona de balonmano disputó recientemente en la localidad vasca de Zarauz, y en el que el nieto del Rey Juan Carlos volvió a tener un papel muy destacado.
Feliz y muy agradecido por el apoyo de los suyos desde las gradas, Pablo se derritió en muestras de cariño con su abuela, Claire Liebaert, con la que demostró tener una maravillosa relación en un reencuentro familiar de lo más emotivo. Además de la matriarca, también dos de las tías del joven, Lucía y Laura, felicitaron orgullosas a su sobrino por los logros obtenidos en el campo con un sentido abrazo y risas que reflejan que los Urdangarín son una auténtica piña.
Si el joven ya había enamorado a buena parte del país con su educación, su templanza y su saber estar tras la separación de sus padres - que le situó en el ojo del huracán mediático y le convirtió en un improvisado portavoz de la familia en su peor momento - ahora ha acabado de conquistarnos viendo el cariño y la ternura con la que se comporta con su abuela, a quien no veía desde la pasada Navidad.
Pero, además de presumir de complicidad con Claire, Pablo volvió a dar muestras una vez más de la especial relación que le une a su padre, Iñaki Urdangarín, que vibró emocionado viendo a su hijo en el campo de juego y con el que una vez acabado el partido compartió risas, confencias y sendos abrazos que demuestran que ha cambiado entre ellos a pesar de la historia de amor que el ex duque de Palma mantiene con Ainhoa Armentia.
A pesar de que su novia continúa siendo la gran ausente en este tipo de planes familiares, Iñaki se mostró de lo más cómodo y relajado con su madre, hermanas y sobrinas, con las que dio un paseo en el que le vimos de lo más sonriente, demostrando el gran momento que está viviendo en esta nueva etapa de su vida después de obtener la libertad condicional.