El Amibal celebra sus bodas de plata de amor por el balonmano

Pasada la Semana Santa de 1996, Rafa Sierra, profesor de Educación Física en el instituto de la Universidad Laboral, reunió a un grupo de niños del colegio Ciudad de Nara para que jugaran al balonmano y puso los comientos de un nuevo club en Toledo. Se acordó que lo llamarían Amibal (Amigos del Balonmano). Hoy ese club está celebrando las bodas de plata, tiene equipos en Olías del Rey y Cabañas de la Sagra y en torno a 150 jugadores. Y uno de esos niños que iba al ‘Ciudad de Nara’, y se lo pasaba en grande con sus amigos mientras practicaba deporte, es Gonzalo Pérez de Vargas, portero del Barça y de la selección española, medallista olímpico y campeón de todo. «Yo fundé el Amibal, un equipo con unos niños de categoría benjamín. Con el paso de los años, aquel benjamín fue pasando categorías hasta sénior. El mismo grupo de jugadores llegó a militar en Primera Nacional, todo un éxito. La verdad es que fuimos una referencia en Castilla-La Mancha. Al mismo tiempo, fuimos creando equipos de cantera para que en el futuro sirvieran para mantener la estructura del club de forma escalonada», explica Sierra. Además de Pérez de Vargas, del Amibal ha salido otro jugador profesional. Se trata de Ángel Montoro, un zurdo que se desempeña como lateral derecho. Ahora lo hace en el Olympiakos (Grecia) y antes estuvo en Ademar de León, Barça, Fenix Toulouse Handball (Francia), Orlen Wisła Płock (Polonia), Naturhouse La Rioja, Liberbank Cuenca y Kadetten Schaffhausen (Suiza). También ha sido internacional con la selección española. «En el Amibal nos sentimos muy orgullosos de que dos de nuestros jugadores hayan llegado tan lejos», afirma Sierra, que fue presidente del club toledano hasta el año 2013. «Llegó la crisis económica y nuestros patrocinadores dejaron de ayudarnos. La situación empezó a ser crítica y dí un paso al lado, pensando que ya había cumplido un ciclo», añade. José Ignacio Topetado tomó el relevo. «Queríamos seguir el trabajo de Rafa Sierra e, incluso, hacer al club más polideportivo. De esta manera, se creó la sección de fútbol sala y otra que se componía de aerobic, gimnasia rítmica y pilates. Mantuvimos al sénior en Primera Nacional y a nuestros equipos de base», recuerda. Topetado estuvo tres años al frente del club, hasta 2016, cuando Mikel Unanue se convirtió en el tercer presidente. Unanue había sido jugador del Amibal y contaba con un gran trayectoria, en la que incluso había jugado en la Liga Asobal con el Anaitasuna de Pamplona y el Teucro de Pontevedra. Ahora acumula cinco años como dirigente. Se dedica plenamente al balonmano, ya que también trabaja en la federación regional. «Hemos crecido mucho en este tiempo. De hecho, tenemos equipos, además de en Toledo, en otras dos localidades de la provincia: Olías del Rey y Cabañas de la Sagra. Quiero agradecer a los ayuntamientos de estos dos pueblos la ayuda que recibimos de ellos, así como la de nuestros dos patrocinadores, Pinturas De la Peña y Clínica Dental Familiar», comenta. En la actualidad, el Amibal cuenta con una potente estructura de 12 equipos. En Toledo juegan seis equipos (cadete masculino y femenino, dos conjuntos de infantil masculino y uno femenino, y alevín masculino), en Olías del Rey lo hacen cinco (sénior, juvenil, cadete e infantil masculino y alevín mixto) y en Cabañas de la Sagra hay uno más (alevín mixto).