Cuarta derrota de un Carlos Ortega de mal en peor
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El Barça de balonmano, tras el incomprensible hara-kiri de verano de prescindir de Xavi Pascual y de David Barrufet por vendettas infantiles, la sección anda de capa caída. En una semana, dos derrotas dolorosas ante un mismo rival, el Kielce polaco, que compromete el futuro del equipo en la Champions. Con el nuevo proyecto hay que tener paciencia y lo más probable es que gane todos los títulos en España y se compita para clasificarse para la Final Four pero hoy por hoy resulta incomprensible que el equipo que ganó todos los encuentros de la pasada campaña, acumule ya cuatro derrotas sin llegar al mes de diciembre. Se perdió de paliza la final del Mundial ante el Magdeburgo (que no juega ni la Champions) y se ha perdido ante el Veszprém y los dos encuentros ante el Kielce de los Dushebaev, padre e hijo, que le tienen la moral comida al Barça. Lo de anoche no tiene explicación.