El futuro del Betis Baloncesto se escribe en la Caja Mágica de Madrid
0
62
Tras nueve meses de competición y casi medio centenar de partidos entre fase regular, play off y Copa de España (46 en concreto), el futuro del Real Betis Baloncesto pasa por Madrid. La plantilla verdiblanca, que fue confeccionada para ascender a la ACB por el Grupo Hereda , ha superado muchos obstáculos en este tiempo, sobre todo en forma de lesiones. Y lo ha hecho, salvo en dos o tres partidos, compitiendo siempre, con independencia de las circunstancias, reinventándose y manteniéndose en la senda ganadora hasta llegar a esta última fase, la Final Four de la Caja Mágica , que adjudicará la segunda y última plaza para la Liga Endesa entre cuatro candidatos. Sólo puede quedar uno y tres permanecerán en la antigua LEB Oro. De ahí que la Federación Española esté empleando el hashtag #TodoOnada en sus redes sociales. Hay mucho en juego. La diferencia entre dar el salto a la ACB y quedarse en la Primera FEB es (sigue siendo) abismal. Para tener la posibilidad de disputar la finalísima del domingo (17:30), el Betis Baloncesto primero tendrá que sacar de la ecuación al Movistar Estudiantes , anfitrión y su rival en las semifinales (17:00 horas). Un partido entre dos clubes históricos, ambos con urgencias, que se propusieron el pasado verano el objetivo de subir. Hoy se quedará uno en el camino en una Final Four abierta, de pronóstico realmente incierto , con cuatro equipos muy igualados sobre el papel. El que menos descanso ha tenido ha sido el verdiblanco, que acabó una semana más tarde el play off al estirarse su serie con el Cartagena al quinto encuentro. Por la misma circunstancia, también debería ser el que llegase con más ritmo a la capital de España. Verdiblancos y colegiales (1-1 en sus enfrentamientos en fase regular) disputarán la primera semifinal, inaugurando la Final Four, y precederán al duelo entre el Flexicar Fuenlabrada y el Súper Agropal Palencia (20:00) . El Betis Baloncesto alcanza esta cumbre entre candidatos en la Caja Mágica tras una gran fase regular ( 26 victorias en 34 jornadas ) y un play off de cuartos en el que sufrió de lo lindo, hasta el punto de asomarse con medio cuerpo al desfiladero de la eliminación. «Jugamos dos partidos con el cuchillo en el cuello», definió de forma muy gráfica el entrenador bético, García de Vitoria . Estuvo el Betis 2-1 en contra y salvó a domicilio una bola de partido. Luego acabó el trabajo en casa, San Pablo, donde más ha destacado una plantilla muy profesional, comprometida con el objetivo y conjurada para cumplir la palabra dada cuando muchos de sus jugadores aceptaron venir al Betis pasando de la ACB a la Primera FEB. La Liga Endesa, que ha parecido un horizonte muy lejano estos dos últimos años, está ahora mismo a dos pasos. Dicho así, pareciera que es una empresa sencilla. Y nada que ver. La dificultad de una Final Four como esta, con este formato, es superlativa y por eso aquí no vale el pecho hinchado. La gloria del ascenso sólo se alcanza con dos días perfectos cimentados en la unión, el trabajo a destajo y la mentalidad granítica, sin dobleces. Hay que hacer cumbre dos veces en 24 horas. La misión es muy compleja al no haber red de seguridad. El que pierda, a la calle. El Betis Baloncesto aborda su semifinal contra el Movistar Estudiantes en el primer turno. Los colegiales son el anfitrión porque la propuesta a la Federación Española de emplazar la Final Four en la Caja Mágica, con capacidad para unos 12.000 espectadores, fue suya. Más presión añadida para los del Ramito. A diferencia de su rival, el conjunto verdiblanco ha dispuesto de una semana menos para recuperarse del play off y preparar tan magnánima cita. No es algo que inquiete al plantel ni a García de Vitoria. Llegados a este punto de la temporada, cuando a los jugadores ya les cuesta muchísimo entrenarse y prefieren reservarse para no lesionarse, es casi mejor haber estado compitiendo y activos, con ese punto de tensión necesario metido en el cuerpo. Y más, en el caso de una plantilla veterana como la de este Betis , que tiene a jugadores que han toreado en todo tipo de plazas, también en las de mayor tronío, y en cuya contrastada experiencia se confía para un momento culmen. Sigues o te vas. No hay más. El partido es una criba. Y como tal, viene cargado de responsabilidad, eufemismo de presión. La tiene, sobre todo, el Movistar Estudiantes , que lleva cuatro temporadas seguidas en la otrora LEB Oro y quiere escapar ya. Pero también la soporta el club verdiblanco, ahora en manos de Hereda, tras una potente inversión el pasado verano para montar un proyecto pensado para subir en el corto plazo. El plantel ha metabolizado bien esta presión. La asumió y le ha servido de acicate para dar lo mejor de sí mismo . No pudo aguantarle el ritmo infernal por el ascenso directo al San Pablo Burgos, pero no ha fallado a esta cita con la F4. Los colegiales, después del cambio de entrenador en el tramo final de la fase regular, llegaron con ciertas dudas al play off tras un parcial de cuatro victorias y cinco derrotas con Natxo Lezcano, pero las despejaron de inmediato gracias al solvente 3-0 con el que despacharon al Gipuzkoa Basket. Como el Betis, el Estudiantes detenta calidad por arrobas. Cuenta con los servicios del mejor base de la Liga (con permiso de Renfroe), Granger ; con un todoterreno del calibre de Joaquín Rodríguez (exverdiblanco); y con un pívot muy desequilibrante en esta competición como Dejan Kravic. Además, atesora alfiles exteriores con mucho peligro ( Schmidt, Francis Alonso ...), secundarios de importante nivel (Garino, Andric, Barro) e intendencia siempre necesaria en jugadores como Rubio, Alderete o Adams Sola. Un equipo de variados recursos y defensa coriácea, de mucho nivel físico. Que los verdiblancos ganasen uno de los dos partidos de la fase regular, el jugado en San Pablo, es importantísimo a nivel mental para que los jugadores crean que es posible hacerlo de nuevo. Claro que tiene opciones el bloque verdiblanco, pero deberá completar una actuación sin fisuras y muy coral tanto en defensa como en ataque. Quizá no disponga de un pívot tan completo como Kravic, pero sí hay mucha capacidad física en su pintura ( Tunde, Kasibabu, Radoncic, DeBisschop... ) y un perímetro de armas tomar liderado por sus tres tenores: Renfroe, Benite y Hughes . Que necesitarán ayuda por parte de Cvetkovic y Jelinek, guadianesco el checo pero especialmente peligroso si acierta el primer tiro. No existen recetas que permiten alzarse con la victoria en una Final Four , tal es la cantidad de variables que pueden afectar, pero en este tipo de partidos sí hay varias claves a modo de mandamientos que cumplir a rajatabla. El primero es empezar bien y, el segundo, estar mentalizado para resistir los embates del rival y los malos momentos del partido sin desconectarse. Si los tiros no entran, la única manera de mantener llena la barra energética de la confianza es defendiendo . Remar en galeras y vaciarse aunque no haya recompensa en ataque, que es lo más difícil de este deporte, toca hacerlo en un día como este en el que no hay vuelta atrás. Cuidar el balón y atacar como lobos el rebote son otros principios fundamentales que conviene refrescar. En una final así, aunque venga disfrazada de semifinal, hay que mimar todos los detalles y no dejar un solo cabo suelto .