España pone rumbo al Eurobasket con victoria
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Cerró la fase de clasificación España para el Eurobasket 2022 (ya con el billete desde noviembre) con una trabajada victoria por 78 a 73 contra Israel. Partido espeso, en el que los fallos cometidos persiguen a uno durante toda la semana. Fue el baloncesto de esfuerzos de Parra y la determinación final en los tiros libres, una asignatura en la que los de Scariolo habían fracasado durante el encuentro, las claves que dejaron un buen sabor de boca a una generación, la de las ventanas, que una vez más, desde el teórico anonimato, ha llevado de nuevo a España a una gran cita del baloncesto.
Salió agresiva Israel a su parqué, consciente del tipo de rival al que se enfrentaba. España, en las ventanas, es joven, vehemente e hipnótica es su talento, pero con pocas muescas en su maza. Brizuela, Barreiro y Bassas, los más hec
hos, comenzaban con su aquelarre habitual para igualar las condiciones mientras Guerra, debutante con la selección esta semana, sancionaba la zona con su envergadura. No es rápido, a veces previsible incluso pero da igual. Un gigante que hace buena la sencillez. Cuatro nombres que, junto a una voluminosa defensa, le dieron una satisfactoria ventaja en el primer cuarto a los españoles (19-13).
Jaime Fernández, base del Unicaja, cogió el relevo bajo el mantra de su eléctrico bote tras la reanudación. Los israelíes, también clasificados para el Eurobasket, se encasquillaban desde el triple y abusaban de ataques simplones, de pocos pases y tiros lejanos. La pereza rival suele producir situaciones más fáciles para los intereses propios. Parra le metía músculo a los tableros y todo fluía hacia el descanso, con una buena renta para España. Scariolo, con su fino discurso, al menos en tono y movimiento, adiestraba a sus pupilos desde el banco. Seria primera parte de la selección (42-31).
Ajustaron la muñeca los 'visitantes' (España era local en Polonia) tras el descanso y tres triples en tres posesiones diseñaron una nueva partitura para el encuentro. Le hacía novatadas Israel a los jóvenes jugadores, provocando faltas en ataque y tiros adicionales en defensa. El conocimiento del juego ha dado tantas victorias como el talento y esta ley es la que definía el tercer cuarto, en el que Israel igualaba el partido (59-58). Los tiros libres, que ya son algo mental, tampoco beneficiaban a los de Scariolo, muy inseguros desde la línea. Se enquistó el partido en su último acto, con más faltas y pérdidas que canastas. Un ritmo bajo y una ligera distancia para España que perduraba. El buen hacer en el rebote ofensivo de Parra y Barreiro dio posesiones extra a España, algo contrarrestado por los fogonazos desde el triple de los israelíes. Curiosamente fueron los tiros libres de Bassas los que cerraron el encuentro.
Salió agresiva Israel a su parqué, consciente del tipo de rival al que se enfrentaba. España, en las ventanas, es joven, vehemente e hipnótica es su talento, pero con pocas muescas en su maza. Brizuela, Barreiro y Bassas, los más hec
hos, comenzaban con su aquelarre habitual para igualar las condiciones mientras Guerra, debutante con la selección esta semana, sancionaba la zona con su envergadura. No es rápido, a veces previsible incluso pero da igual. Un gigante que hace buena la sencillez. Cuatro nombres que, junto a una voluminosa defensa, le dieron una satisfactoria ventaja en el primer cuarto a los españoles (19-13).
Jaime Fernández, base del Unicaja, cogió el relevo bajo el mantra de su eléctrico bote tras la reanudación. Los israelíes, también clasificados para el Eurobasket, se encasquillaban desde el triple y abusaban de ataques simplones, de pocos pases y tiros lejanos. La pereza rival suele producir situaciones más fáciles para los intereses propios. Parra le metía músculo a los tableros y todo fluía hacia el descanso, con una buena renta para España. Scariolo, con su fino discurso, al menos en tono y movimiento, adiestraba a sus pupilos desde el banco. Seria primera parte de la selección (42-31).
Ajustaron la muñeca los 'visitantes' (España era local en Polonia) tras el descanso y tres triples en tres posesiones diseñaron una nueva partitura para el encuentro. Le hacía novatadas Israel a los jóvenes jugadores, provocando faltas en ataque y tiros adicionales en defensa. El conocimiento del juego ha dado tantas victorias como el talento y esta ley es la que definía el tercer cuarto, en el que Israel igualaba el partido (59-58). Los tiros libres, que ya son algo mental, tampoco beneficiaban a los de Scariolo, muy inseguros desde la línea. Se enquistó el partido en su último acto, con más faltas y pérdidas que canastas. Un ritmo bajo y una ligera distancia para España que perduraba. El buen hacer en el rebote ofensivo de Parra y Barreiro dio posesiones extra a España, algo contrarrestado por los fogonazos desde el triple de los israelíes. Curiosamente fueron los tiros libres de Bassas los que cerraron el encuentro.