El castigo de Ancelotti a Endrick... que ya sufrió Morata
Pocas cosas hay que eleven el tono del discurso de Carlo Ancelotti que aquello de ser frívolo ante la oportunidad de sentenciar un partido. A los más jóvenes se lo advierte en el día a día. Asegurar un gol o por lo menos adoptar la solución más sencilla es una obsesión para el italiano cuando se trata de una ocasión clara de poder sentenciar un partido. Endrick lo sabía y se equivocó al querer adornarse, dando la espalda a la solución más sencilla.