Un jugador de voleibol, estafado durante 13 años por una novia que no existe
El amor mueve montañas, como la fe, pero también puede mover grandes engaños y estafas. Es lo que le ha ocurrido a Roberto Cazzaniga, de 42 años, famoso por ser jugador profesional durante varios años en la selección nacional italiana de voleibol, carrera deportiva que aún sigue en un equipo de la Serie B, el New Mater, en Gioia del Colle, en la región de Apulia, al sur de Italia.
Su historia, que parece increíble, comenzó en el 2008, con una estafa que le ha costado 700.000 euros a lo largo de estos años. Roberto Cazzaniga daba dinero a una mujer, Maya, a quien nunca vio y con quien estaba convencido de mantener, siempre mediante el teléfono, una relación de noviazgo. Las fotos que recibió fueron las de la modelo brasileña Alessandra Ambrosio, famosa por haber sido, entre 2004 y 2017, una de los 'ángeles' de la firma de lencería Victoria Secret, con más de 10 millones de seguidores en sus perfiles en redes sociales. Alessandra Ambrosio es completamente ajena a los hechos.
Cómo se gestó la estafa
Maya le contaba a Cazzaniga que trabajaba como modelo en Cagliari (Cerdeña). La 'conoció' por medio de una amiga común, Manuela, que lo engañó fingiendo hacer de trámite de la modelo brasileña. El jugador de voleibol no enviaba el dinero directamente a Maya, sino a una tal Valeria, que decía ser gran amiga de Maya. Roberto Cazzaniga no solo fue muy generoso con su 'novia' brasileña, sino también con Manuela, la amiga común, a la que regaló un Alfa Romeo Mito rojo.
La cuenta corriente de Cazzaniga comenzó a vaciarse cuando Maya inició a pedirle dinero a causa de ficticios problemas de salud. Al final, sin un euro en su cuenta, tuvo que pedir préstamos, dinero a la familia y a los compañeros del equipo. La situación era insostenible.
La denuncia
Para hacérselo comprender, fueron sus propios compañeros los que se pusieron en contacto con un conocido programa de televisión de Italia 1, 'Le iene' (Las hienas, el mismo formato de 'Caiga quien caiga') para que contara la historia, al tiempo que ponían una denuncia ante la Guardia de Finanzas, que ahora investiga el caso. El programa fue emitido el 23 de noviembre.
Después de que su historia haya circulado por los medios italianos, el jugador de voleibol ha explicado algunos detalles de la increíble estafa que ha representado su 'noviazgo' con Maya.
«Perdí 700.000 euros»
«Nunca nos hemos visto, ni una sola vez. Ponía mil excusas: enfermedad, trabajo… A pesar de todo, me enamoré de esa voz, llamada tras llamada, terminé por caer en una locura de enamoramiento. Los contactos eran con teléfono móvil, casi a diario. La llamaba antes de ir al entrenamiento. O por la noche, antes de ir a acostarme. Todavía no me explico cómo llegó a sacarme tanto dinero: mil euros para una cosa, dos mil para otra... Al final llegué a perder un total de 700.000». El jugador ha explicado incluso que creía ciegamente en sus excusas o disculpas para no encontrarse cara a cara: «Me hablaba de continuos viajes y de una grave enfermedad cardíaca por la que, según me dijo, se veía obligada a que la hospitalizaran a menudo». Solo tras la ayuda de la familia y compañeros, Roberto se cayó del guindo: «Ahora que esta pesadilla ha terminado es como si me hubiera despertado de un coma que me hizo perder tres lustros de vida».
Un equipo del programa de Italia 1 se trasladó a la isla de Cerdeña y localizó en Cagliari a la citada Valeria, quien primero intentó escapar sin dejar rastro, pero luego terminó por admitir su culpabilidad en la estafa, señalando que no fue la única. Junto a ella, la también mencionada Manuela y su compañero organizaron el vil engaño para dejar desplumado a Roberto Cazzaniga.
El caso del falso Tom Cruise
El caso de Roberto es muy singular, pero no es el único en haber sufrido una estafa por un falso amor. Ahora que ha tenido gran repercusión mediática la historia de Roberto, en medios italianos se cuentan otros casos también increíbles. Por ejemplo, la showgirl Flavia Vento explicó ayer en un programa de la RAI su historia que en parte es parecida a la del jugador de voleibol. Flavia sufrió el engaño mediante las redes sociales por parte de un hombre que se hizo pasar por Tom Cruise. «Todo empezó en mayo –ha contado Flavia Vento-. Escribí un comentario en el perfil oficial de Tom Cruise y luego me contactó desde otra cuenta a su nombre. Pensé que realmente era él e intercambiamos el número de teléfono. No tenía dudas sobre su identidad, porque sabía demasiadas cosas. Mis amigas me dijeron que tuviera cuidado, así que intenté hacer una videollamada con él, pero la línea siempre se cortaba. Pensé que quería conocerme primero solo en el chat». El engaño duró cinco meses, hasta que el falso Tom Cruise comenzó a pedirle dinero, según cuenta Flavia: «Me di cuenta de que no era él, porque me pidió dinero. Me colmó de cumplidos, me dijo que me parecía al sol y me llamó diosa. Me envió maravillosas canciones de amor. Había tantas cosas que teníamos en común».
Un mundo de soledad
La historia de Roberto y de Flavia reflejan un mundo de soledad, un problema de nuestro tiempo. Son casos de gente que en parte se explican porque dejan el mundo real fuera de sí y se entregan alma y corazón a una pura ilusión. Y encierran seguramente también narcisismo, porque al menos los protagonistas de tales engaños podían preguntarse por qué Tom Cruise o la célebre modelo brasileña tenían que buscar o fijarse precisamente en ellos.
Colecta para el jugador
Los compañeros de Roberto lo describen como un «ingenuo» y «buena persona». Seguramente demasiado. Ahora Roberto se ha quedado sin dinero, Sus compañeros de equipo, que le hicieron comprender la estafa, ahora han organizado una colecta. De Maia no hay ni rastro. Ella fue simplemente una fantasía. Del resto se ocupará la magistratura.