Un maillot amarillo para la eternidad: una funeraria aprovecha el paso del Tour para vender ataúdes con los icónicos colores de la carrera
Que el Tour de Francia es una de las pruebas deportivas más importantes del mundo está fuera de toda duda. La carrera gala reúne sobre el asfalto a los mejores corredores del mundo , ansiosos por vestirse el icónico maillot amarillo que distingue al líder, o en su defecto alguno de los que merecen llevar los primeros de otras categorías como la montaña o la clasificación por puntos. Y junto a ellos concrega a los aficionados más entusiastas, que viajan a tierras francesas para reunirse en las cunetas para disfrutar del espectáculo. La importancia del Tour se mide así por sus participantes, la élite de la bicicleta, por sus millonarias audiencias, pero también por lo que es capaz de provocar alrededor de la propia competición. Locuras como por ejemplo que una funeraria local se atreva a cambiar los colores de sus ataúdes aprovechando el paso del pelotón por la ciudad. Ha ocurrido en Valenciennes , lugar de partida este lunes de la tercera etapa de la presente edición. Con motivo de la presencia de la caravana del Tour, la agencia PFG (Pompes Funèbres Générales), sita en la Place d'Armes de esta villa gala, sorprendió a los transeúntes con un insólito escaparate. Tras el cristal desplegó tres insólitos ataúdes, pintados con los colores que distinguen a los tres líderes del Tour: el amarillo de la general, el blanco con puntos rojos de la montaña y el verde de los puntos . «Con motivo del paso del Tour por nuestra ciudad, hemos querido dar luz, con un toque de audacia, a otro tipo de viaje: el de la vida», explica un cartel en el escaparate. «Porque cada camino es único, porque cada partida merece ser acompañada con respeto, les presentamos un escaparate que celebra el color, la personalidad y la memoria. Gracias por su acogida a esta iniciativa simbólica», agrega. Lógicamente la atrevida apuesta de esta empresa de pompas fúnebres ha generado una gran repercusión. En la ciudad primero, en el resto de Francia después, y poco a poco en todo el mundo. El propio alcalde de Valenciennes la calificó de «brillante». Con un sinfín de ojos posados en su escaparate, PFG consiguió además trasladar a todos que incluso algo tan serio como puede ser un ataúd, quizás el mayor de los iconos del siempre delicado tema de la muerte, puede personalizarse sin ningún coste adicional, en una maniobra publicitaria maestra .