Hugo Ramón quiere batir el récord en solitario
El navegante oceánico Hugo Ramón ha comenzado este martes a las 17:03 horas su intento de batir el récord de la vuelta a Mallorca en solitario, a bordo de su velero Cristalmina-Majorica, de seis metros y medio. Este récord, establecido en 25 horas y seis minutos por el Azuree de Eduardo Horrach en septiembre de 2020, está en la mira de Ramón, quien se prepara para la Mini Transat 2025. En el momento de la partida, el viento soplaba del suroeste con una intensidad de 20 nudos, condiciones que Ramón había estado esperando durante cuatro meses. «Sabíamos que hoy era el día, y todos los modelos meteorológicos indicaban que para intentar rebajar la marca anterior, teníamos que zarpar a las cinco de la tarde», explicó justo antes de soltar amarras. El navegante también analizó las previsiones de los diversos modelos meteorológicos. «Algunos, los más optimistas, sugieren que podríamos rebajar el récord en cinco o seis horas; otros, más conservadores, nos dan una ventaja de solo una hora. Sin embargo, una vez en el mar, la realidad puede ser diferente», agregó. Ramón anticipó que el punto más delicado del recorrido se situaría en el norte de la isla, cerca de Formentor, donde se espera una transición de vientos complicada. Las primeras millas hasta Cap Enderrocat resultaron más difíciles de lo previsto, con el viento cerrándose paulatinamente y dificultando el mantenimiento de rumbos portantes. No obstante, a partir de ese punto, el Cristalmina-Majorica comenzó a navegar casi en paralelo al registro del Azuree. El Real Club Náutico de Palma, organizador del Desafío de la Vuelta a Mallorca en diferentes modalidades, ha activado un protocolo de seguridad con puntos de seguimiento en Cabo Salinas, Capdepera, Formentor, Sóller y Dragonera. El barco de Ramón está equipado con todos los elementos obligatorios para regatas oceánicas y emite una señal satelital que permite conocer su posición en todo momento. «Estoy enfocado 100% al cruce del Atlántico. Quiero navegar en cabeza y para ello necesito alcanzar una sinergia total con el barco. Esta vuelta a Mallorca me permite poner a prueba el material, la estrategia y, sobre todo, la conexión con el Cristalmina-Majorica en condiciones reales», concluyó Ramón antes de zarpar.