Salarich ya roza un podio histórico

Quim Salarich ya lo roza con los dedos. Cuando parecía que su temporada podía darse por amortizada, el catalán elevó aún más su nivel en Garmisch-Partenkirchen, uno de los templos de los deportes de invierno, para protagonizar la mejor actuación de un esquiador masculino español en la Copa del Mundo desde 1979, una eternidad de 43 años desde que Paquito Fernández-Ochoa acabara sexto en la combinada de Madonna di Campiglio en 1979. Salarich, natural de Vic, 28 años, se quedó a las puertas de esa posición, séptimo, en el segundo eslalon de Garmisch después de un fin de semana brutal en el que rompió por dos veces la barrera del 'top ten', porque también fue octavo el sábado, tuteando a las grandes estrellas mundiales y soñando con ese podio que se sigue resistiendo al esquí español desde aquella histórica victoria de Carolina Ruiz en el descenso de Meribel de 2013. Para el último podio masculino habría que retroceder hasta 1975, fecha en la que Paquito se subió al cajón por última vez, en la estación francesa de Megeve. «Hemos visto que se puede, que tenemos opciones de hacer un podio en la Copa del Mundo», explicaba Salarich tras su gran resultado. «Hoy se ha escapado por muy poco, pero he vuelto a esquiar muy bien. Estar ahí, con todos los grandes favoritos es impresionante». Ese podio parece hoy cuestión de tiempo y de que la Federación Internacional actualice sus registros para que Salarich deje de verse penalizado con dorsales altos en las salidas. Ayer, Salarich se lanzó en la primera manga con el dorsal 49 y la nieve machacada por los favoritos, y aún así logró cruzar la meta con el cuarto mejor tiempo, a solo 55 centésimas del líder francés Loic Meillard y a solo cuatro de la segunda posición. «En la parte de arriba no me he encontrado del todo bien, pero aún así iban saliendo los tiempos. Y ya en la parte final ha sido increíble». Fueron momentos de nervios, de risa floja pensando en lo que venía, porque Salarich suele aumentar sus prestaciones en las segundas mangas. No fue así esta vez, un pequeño fallo, un desajuste en la zona plana, ya con la línea de meta a la vista, condenó las opciones del español. Pensando en las finales Ese séptimo final podía haber sido mucho mejor, aunque no deja de tener un valor incalculable para un deportista cuya temporada es para ponerle un marco. Nada más empezar ya dio muestras de lo que se avecinaba con sendos decimoquintos puestos en la Copa del Mundo (Val d'Isere y Madonna di Campiglio), a los que luego ha sumado dos terceras posiciones en la Copa de Europa (Vaujany y Almaasa). Los Juegos de Pekín eran su gran aliciente, pero justo ahí falló. Salarich acabó por el suelo en la primera manga y cerró su participación olímpica en el Centro Nacional de Yanquing de la peor forma posible. Aún así el esquiador sabía de su potencial y sigue haciendo méritos para clasificarse a las finales de la Copa del Mundo, que se celebrarán en las estaciones francesas de Courchevel y Meribel entre el 14 y el 20 de marzo. A esa gran cita acuden solo los 25 mejores esquiadores de cada disciplina y Salarich, a falta de una prueba en Flachau (Austria), es 22º en el eslalon.