Un gol de En-Nesyri acabó con todas las ilusiones del Espanyol. Tras un inició dubitativo esta temporada, los blanquiazules se presentaban en el Sánchez Pizjuán dispuestos a certificar sus intenciones, que no son otras que aposentarse en la Liga Santander tras un año en el pozo de Segunda división Los dos equipos afrontaban el choque cargados de moral tras romper sus dos rachas negativas entre semana: los de Julen Lopetegui, que llevaban tres empates seguidos, habían ganado al Valencia y seguían invictos, mientras que los de Vicente Moreno habían logrado sus primeros tres puntos ganando por la mínima al Alavés.
Poco menos de un cuarto de hora duro la resistencia del Espanyol. El tiempo que tardó Jordán en armar el ataque sevillista. El centrocampista catalán inició una jugada con un espectacular sombrero antes de abrir a la derecha en el contragolpe para Suso, que se la cedió a Navas dentro del área para que su centro raso lo rematara el marroquí en el segundo palo haciendo su tercera diana del curso. Gol y decepción entre los blanquiazules.
No bajó los brazos el Espanyol, que se encontró en Martínez Munuera, responsable en el VAR, un obstáculo cuando instó a anular el precioso gol de Raúl de Tomás diez minutos después por un fuera de juego que lo pericos protestaron. «El gol lo anula el linier, lo que no hay es imagen para darle validez y rectificar su decisión. Estamos mirando cámara táctica pero por la imagen de televisión no puede saberse. Como siempre, defenderemos nuestros intereses aunque no puedo decir qué acciones se realizarán», explicaba en Marca una fuente del club blanquiazul.
El partido estaba igualado a pesar del resultado. No renunciaba el Espanyol al ataque. Recomponía Vicente Moreno el dibujo táctico retirando a Wu Lei y dando entrada a Melamed, que sorprendentemente se había quedado en el banquillo. Y llegó una de las jugadas que podían ser determinantes para el devenir del encuentro, la expulsión de Delaney. La lió el danés que primero cometió una falta merecedora de amarilla y posteriormente aplaudió y protestó la sanción castigada por González Fuertes. Roja y 25 minutos por delante para un Espanyol que olió la sangre. Moreno dio entrada a Loren para atosigar Bono, que estaba teniendo una plácida tarde.
Peleaba el Espanyol, espoleado por la infantil expulsión de Delaney, asumiendo sus posibilidades de marcar y darle la vuelta al partido. Pero el Sevilla demostró oficio y presentó sus credenciales a pelear por el título. Rafa Mir le pudo la puntilla a los blanquiazules a falta de tres minutos para el final del partido. Jarro de agua fría antes de recibir al Real Madrid la próxima semana. Respira el Sevilla y Lopetegui y resoplan el Espanyol y Vicente Moreno, con un bagaje preocupante: seis puntos y solo cuatro goles a favor y siete en contra en estos primeros siete encuentros disputados.
