No esperó Simeone y Antoine Griezmann formó en el once titular del Atlético de Madrid en Cornellá, un estadio que en sus tres últimas visitas se le había atragantado al entrenador argentino. La última victoria, en la temporada 2016-17 (0-1), llegó precisamente con un gol del delantero francés, que hoy se reencontró en el ataque con Luis Suárez, antiguo compañero en el Barcelona. Dos años después de su marcha, el galo reapareció de rojiblanco con un actuación más que discreta en la que su equipo celebró un sufrido triunfo en el campo del Espanyol. Un gol de fe de Yanick Carrasco y otro de Lemar, ya sobre la bocina, dieron la victoria a los colchoneros después de que un testarazo de Raúl de Tomás adelantara a los catalanes antes del descanso. El campeón supo enmendar su mala primera parte y exhibió el gran fondo de armario que luce en su banquillo, este domingo decisivo para poder sumar los puntos.
En la temporada del regreso a la élite, el Espanyol de Vicente Moreno venía demostrando buen toque de tacón, y una preocupante falta de gol. Sequía absoluta, ni un solo tanto, el único equipo de Primera división que no había conseguido estrenarse en las tres primeras jornadas. Este domingo confirmaba en la primera parte esa apuesta por el fútbol rápido y de toque, pero esta vez no se quedaba en blanco porque un cabezazo de Raúl de Tomás abrió la jaula de Oblak. Un tanto que no valió la victoria porque Carrasco y Lemar rescataron a los rojiblancos en el segundo acto, en el que se anuló otro tanto al francés por fuera de juego de Suárez.
El calendario, siempre caprichoso, provocó que el (re)estreno de Griezmann con el Atlético fuera en Barcelona, aunque no en el estadio en el que el habitó hasta el pasado 31 de agosto. El francés apareció de nuevo como soldado de Simeone en la casa del Espanyol, un equipo que comenzó confirmando sus problemas con el gol al perdonar en el minuto 4 después de un monumental despiste de Savic que obligó a Oblak a lucirse ante el disparo cruzado de Embarba.
Con velocidad y muy bien posicionado el Espanyol, el susto desperezó a los rojiblancos, que respondieron en una internada de Marcos Llorente finalizada con un pase que Luis Suárez no logró conectar en el área. Se esperaba a Griezmann, pero hubo que aguardar once minutos para verle acariciar el primer balón, una acción intrascendente, como toda su aportación en el primer acto, al nivel de todo su equipo. Más inquietud provocó superado el cuarto de hora en un remate de cabeza que salió por encima del larguero, poco más hasta el descanso del francés, que fue sustituido por Joao Félix en el minuto 58.
Partido entretenido
El inicio de partido resultó entretenido, con el Espanyol generando muchas dudas a la defensa de tres centrales de Simeone. Incisivos los catalanes, Felipe salvó sobre la línea un remate de Raúl de Tomás, anulado posteriormente por fuera de juego previo. Segundo aviso para los colchoneros, incómodos en un primer acto en el que no hubo conexión Suárez-Griezmann. Sí encontraron la primera tarjeta, para Hermoso por una fea entrada a Aleix Vidal.
Con Correa, Suárez y Griezmann desconectados, el Atlético de Madrid desnudó su centro del campo y los locales llevaron la iniciativa hasta el descanso. El peligro en sus acercamientos fue también creciendo y el Espanyol acabó obteniendo el premio buscado. Una mano de Oblak en un disparo lejano de Embarba salvó el 1-0, pero el meta no no pudo evitarlo en la siguiente jugada. El gol llegó en un testarazo de Raúl de Tomás al rematar un córner e hizo justicia al mejor juego de los blanquiazules, felices al encarar el camino de los vestuarios.
No le gustó nada a Simeone lo visto y modificó el esquema en el segundo acto, en el que aparecieron de inicio Lodi, Kondogbia y Lemar, que se movió bien entre líneas, generando muchas dudas a la zaga catalana. Fue otro Atlético porque mordió todo lo que no hizo en la primera mitad y buscó con fe y ganas la portería. Y no tardó en encontrar el gol en un remate de Thomas Lemar, anulado por fuera de juego de Luis Suárez al intentar conectar antes con el balón.
El empuje del Atlético, con Kondogbia barriendo todo en el centro del campo, acorraló al Espanyol, obligado a refugiarse en su área para escapar de la tormenta. Al contrario que en primer acto, al equipo de Moreno le costó un mundo acercarse a Oblak, pero los rojiblancos tampoco conseguían descubrier la vía para lograr el empate.
Simeone no tuvo la solución al atasco en la entrada de Cunha por Luis Suárez, pero sí en la fe de Carrasco. El belga, con el cuchillo entre los dientes, peleó un balón en el área y a trompicones acabó alojándolo en la portería de Diego López. Minuto 79 y un nuevo partido.
Con el 1-1, el Atlético en ningún momento renunció a la victoria y siguió empujando hasta el final en busca de los puntos. Gozó de diez minutos de prolongación y Carrasco acarició el doblete en un disparo cruzado que se marchó junto al palo. Pero los de Simeone creyeron hasta el final y Lemar, que firmó una gran segunda parte, resolvió el partido casi sobre la bocina. Tres puntos que mantienen al campeón invicto y en los más alto de la clasificación.
