A Garbiñe Muguruza le salió una rival descarada, potentísima desde el fondo, contestona en el intercambio y con un poco más de entusiasmo que la española. Ons Jabeur, 26 años, 24 del mundo, en octavos de Wimbledon tras una clase de confianza y mano dura.<blockquote class="twitter-tweet" data-partner="tweetdeck"><p lang="en" dir="ltr">Unbelievable <a href="https://twitter.com/hashtag/Wimbledon?src=hash&ref_src=twsrc%5Etfw">#Wimbledon</a> | <a href="https://twitter.com/Ons_Jabeur?ref_src=twsrc%5Etfw">@Ons_Jabeur</a> <a href="https://t.co/oS0sEDhX87">pic.twitter.com/oS0sEDhX87</a></p>— Wimbledon (@Wimbledon) <a href="https://twitter.com/Wimbledon/status/1410979832318603268?ref_src=twsrc%5Etfw">July 2, 2021</a></blockquote>
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Comenzó seria Muguruza, muy convencida como lleva en casi todo este curso. Golpes rigurosos y un break temprano ante la 24 del mundo para afianzarse sobre la hierba. Supo sufrir ante la tunecina, muy peleona al resto, obligando a la española a lidiar con el fuego de las opciones de rotura (29 en el encuentro) y a sacar la garra de campeona de 2017 para cumplir con el guion: primer set suyo.
Pero a la pupila de Conchita Martínez se le fue apagando la gasolina mientras la tunecina se encendía y martilleaba con todo, buen saque y mejor resto. Golpes profundos y una mano delicada para las dejadas acortaron las piernas y las fuerzas de Muguruza, a la que le empezó a temblar la mano con ciertos remates y voleas que no pasaron la red. Y se enredó ella misma en nervios ya cuando el partido se encaminaba hacia el tercer parcial.
Ganar cada punto era un mundo frente a la alegría y aparente seguridad de Jabeur, muy firme desde mitad del segundo set, seis juegos consecutivos, y casi imparable en el último capítulo (43 winners, por 32 de Muguruza). Eso sí, hubo también nervios en la mano de la tunecina, que acabó vomitando en una esquina de la pista central justo cuando logró los dos puntos de partido.
El encuentro de postín y para recordar para este público que casi llena Wimbledon tuvo de todo, muy alto el nivel de ambas y que se llevó Jabeur por ese punto más de agresividad y acierto que no encontró Muguruza, apeada de Wimbledon en tercera ronda a pesar de todo su empeño en recuperar el aura de campeona que empezó a tallar aquí en 2015 y que había impuesto en las dos primeras rondas.
Campeona en Birmingham hace unos días, Jabeur, al suelo como si hubiera conseguido el título porque el partido fue de los duros, dos horas y 25 minutos, y bellos, hace historia para su país al ser la primera tenista árabe en alcanzar los octavos de final de un Grand Slam.
