A ninguna de las dos les dan miedo las alturas. Ni por las de Madrid ni por las de presentarse en una final de un WTA 1.000 (hoy, 18.30 horas, TDP). Son dos de las tenistas más en forma de este 2021. Ashleigh Barty ha mordido ya tres trofeos (Yarra Valley, Miami y Stuttgart); Aryna Sabalenka, uno (WTA 500 de Abu Dabi). Y, además, se conocen de maravilla, pues hace apenas unos días protagonizaron la final del WTA 500 de Stuttgart, que se llevó la australiana (6-3, 0-6 y 6-3).
En un lado de la red, Barty, 25 años, número 1 del mundo, presenta un tenis completísimo, armado de muchísimos recursos para afrontar cualquier estrategia rival: dejadas, saques potentes, derechas finísimas, agresividad, control, paciencia. También sabe sufrir, como en sus encuentros ante Tamara Zidansek y Petra Kvitova, obligada a ganar en tres sets. Al otro lado, Sabalenka, 23 años, 7 del ranking, potencia y, por fin, convicción para dar ese paso hacia la élite -será quinta el lunes- que alguna vez le ha fallado por falta de consistencia. No en Madrid, donde ha ganado todos sus partidos en dos sets y no ha permitido que nadie le haga más de tres juegos.
Australiana y bielorrusa se han enfrentado en siete ocasiones, con cuatro triunfos para la primera. Los dos últimos, cuartos en Miami y final en Stuttgart, fueron duelos de altísimo nivel decididos en tres mangas. La final de hoy se espera también competida: estilos diferentes, ilusión y ambición a partes iguales.
