Aseguraban desde el Barcelona que Joan Laporta no se pronunciaría sobre la Superliga hasta finales del mes de mayo, fecha en la que está previsto que se celebre la asamblea de compromisarios que debería dar luz verde a la inscripción del club catalán en el nuevo torneo. Fue una condición que impuso Josep Maria Bartomeu cuando firmó su adhesión a la polémica competición, y así lo anunció en octubre cuando dimitió de su cargo. No obstante, el actual presidente ha decidido romper su silencio hoy para ratificar sus intenciones y posicionarse junto a Florentino Pérez. El mandatario azulgrana dio un paso al frente tras la salida de los clubes ingleses (Barcelona, Madrid y Juventus, con matices, son las únicas entidades que se mantienen fieles al proyecto inicial) para justificar su apuesta por desvincularse de la Champions y su desafío a la UEFA.
«La Superliga es absolutamente necesaria y también es absolutamente necesario que los clubes grandes digamos nuestra opinión respecto al reparto económico. Somos partidarios de las ligas estatales y hablaremos con la UEFA», apuntó en TV3 durante la disputa del Open Banc Sabadell de tenis. «Tenemos una posición de prudencia. Es una necesidad, pero la última palabra al final la tendrán los socios», añadió Laporta, haciendo referencia a la condición que impuso su predecesor sobre someter a votación la participación del Barça. «Los clubes grandes aportamos mucho y debemos participar en el reparto económico», reclamó el abogado, que se ha encontrado con una situación financiera mucho peor de la esperada.
Laporta es consciente que ni Koeman ni la plantilla del primer equipo comulgan con el diseño de la competición, similar a la NBA o a la Euroliga de baloncesto. Celebró su ocaso Gerard Piqué tras la espantada de los equipos ingleses («no es una decisión positiva para el fútbol, la Superliga acabaría ocupando el espacio de las ligas nacionales y podría suponer la desaparición de algunos equipos») y se alineó con él Koeman: «Estoy de acuerdo con Piqué, hay cosas en el fútbol que no deben cambiar». Laporta quiso puntualizar que la Superliga «debe ser una competición atractiva, basada en los méritos deportivos», e insistió en que «estamos abiertos a un diálogo abierto con la UEFA y creo que habrá un entendimiento porque necesitamos más recursos para que esto sea un espectáculo».
Una de las grandes quejas de Florentino en las últimas horas ha sido la actitud amenazadora de la UEFA con los clubes fundadores. «Tanta agresividad era algo orquestado. Nos han matado con una agresividad terrible», lamentó el presidente del Real Madrid, que ya deslizó la complicidad de Laporta: «He hablado con él y por supuesto que sigue con el proyecto. Se ha reaccionado con unas formas que no son normales». Y Laporta no le ha traicionado: «Ha habido presiones a algunos clubes, pero la propuesta sigue existiendo. Las inversiones son muy importantes, los salarios muy altos y todo esto se ha de tener en cuenta de la misma manera que los méritos deportivos», sorprendió el presidente del Barcelona.
El capote de Ceferin
Las palabras de Laporta se produjeron después de que el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, le excluyera de las críticas que lanzó contra el resto de dirigentes que pergeñaron la Superliga. «Me decepcionaron todos, pero quizás menos el Barça. Hace muy poco que eligieron a Laporta y hablé con él dos o tres veces. Estaba sometido a una presión considerable por la situación económica. Él lo heredó, no fue su culpa que la situación fuera así», justificó Ceferin.
Las declaraciones de Joan Laporta y su negativa a renegar del torneo pueden acarrearle ahora alguna sanción. El organismo europeo se reúne mañana para analizar las medidas contra los 'rebeldes' y Ceferin no descartaba ayer que el Real Madrid pudiera ser expulsado de las semifinales de la Champions League, aunque no ocultó las pocas probabilidades de que ocurriera por la presión de las televisiones que tienen los derechos audiovisuales de la eliminatoria.
«Renunciar hubiera sido un error histórico»
El Barcelona emitió un comunicado el jueves por la tarde en el que recogió la «reacción social» provocada por el anuncio de la creación de la Superliga para entender que es necesario reflexionar sobre el proyecto, cuyo objetivo es «la viabilidad del mundo del fútbol, mejorando el espectáculo» en todo el mundo.
«El FC Barcelona comparte el análisis efectuado por la mayoría de los grandes clubes del fútbol europeo en el sentido de que, y aún más en la actual coyuntura socioeconómica, es necesario emprender reformas estructurales destinadas a garantizar la sostenibilidad financiera y la viabilidad del mundo del fútbol, incrementando la base social sobre la que se sostiene este deporte, que es su principal baluarte y su principal fortaleza», dice la nota.<blockquote class="twitter-tweet" data-width="550"><p lang="ca" dir="ltr">Comunicado del FC Barcelona sobre la Superliga <a href="https://t.co/C1ao7esaEK">https://t.co/C1ao7esaEK</a></p>— FC Barcelona (@FCBarcelona_es) <a href="https://twitter.com/FCBarcelona_es/status/1385274216711401472?ref_src=twsrc%5Etfw">April 22, 2021</a></blockquote>
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Para el Barça decir no hubiera sido «un error histórico», pero se guardó «el derecho a someter tan trascendente decisión a la aprobación definitiva de sus órganos sociales competentes después de un necesario y profundo estudio». De momento, el cuadro azulgrana es consciente de la reacción en contra de esta Superliga.
