En la historia del deporte son habituales los casos de triunfos inesperados. O, al menos, que no llegan cuando eran más probables. Jugadores que no ganan cuando se presentan muy preparados y que, por contra, alcanzan un gran logro en momentos de menor intensidad. Este fue el caso de Sergio García cuando ganó la chaqueta verde en 2017 y puede ser también el de Jon Rahm en este 2021. Mantenerse un tanto alejado de los focos en los momentos previos de un grande puede ser un añadido a las cualidades que se atesoran.
«Ha sido la única vez en mi vida que en la semana del Masters no he pensado en el torneo», declaraba ayer el golfista español nada más aterrizar...
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