Un gol en 2007 resulta fundamental para entender la historia de un Sevilla que meses después acabó levantando la Europa League, el segundo título, y segundo consecutivo, de los seis que luce ahora en su palmarés. No fue una celebración más, fue el primer y único tanto en la carrera de Andrés Palop. Un cabezazo a la heroica ante el Shakhtar Donetsk que dio la vuelta al mundo porque el jugador que clasificó a los andaluces para cuartos de final era un portero convertido esa noche en delantero salvador. Ver a guardametas trans- formados en rematadores como solución de urgencia resulta habitual en la última jugada de eliminatorias como aquella en Ucrania, pero no en la Liga. Aquí, sin embargo,...
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