Ninguna voz contra Simeone en el Atlético

La tormenta en el Atlético después de la eliminación en la Copa ante un Segunda B, el Cornellà, se puede quedar en una frase más para la hemeroteca de recuerdos del Cholo Simeone. «Buscaremos soluciones, si es que estamos aquí el año que viene», dijo el técnico después de uno de sus mayores fiascos y de cualquiera de sus diversos equipos en nueve años de gestión. Esa declaración se ha interpretado de distintas maneras, papel mojado con ánimo de distracción, calentón después de un partido horroroso, ánimo de protección a un equipo que dejó muchos jugadores señalados y, en la versión del club, nada relevante que destacar más allá del disgusto por otra expulsión prematura en la Copa del Rey. Como en otras derrotas precedentes, las dos finales de la Champions ante el Madrid, la eliminación ante el Qarabag en la fase de grupos, los batacazos en la Copa ante el Girona, la Cultural Leonesa y el Cornellà, o el partido perdido ante el Leipzig en Lisboa en la fase final de la última Champions, no hay voces críticas contra Simeone o que sugieran una inversión en la tendencia dentro del club. Es el entrenador que quiere la propiedad, el que ha cambiado la historia de la entidad y, según el sentir general rojiblanco, la voz que más peso tiene en el Atlético. Calentón o estrategia «Soy feliz aquí, pero tengo la situación abierta a lo que el club pueda decidir», matizó el Cholo más tarde en la rueda de prensa telemática con los medios acreditados. Calentón o estrategia comunicativa, no es la primera vez que Simeone aplica esta terapia frente a las derrotas. Después de perder la segunda final de la Champions contra el Madrid, deslizó algo parecido en Milán. «Me estoy planteando pensar, nada más que eso». ¿Qué significa ese tiempo para pensar?, le volvió la pregunta. «Me están preguntando que es lo que pienso y le contesto lo que me sale y en realidad me viene esta sensación». Con el tiempo, Simeone volvió a equilibrar sus palabras y su disgusto. «La derrota de la Champions para mí fue como una muerte y toda muerte necesita un tiempo de duelo», aseguró un mes después en Argentina. Se acepta en la entidad que el golpe de la eliminación de la Copa del Rey ante un Segunda división B ha sido inesperado por el fondo y la forma. El equipo colchonero estaba en una línea de juego muy potente y la alineación, sin varios titulares, valdría para cualquier partido de Liga. No fue ningún accidente, porque el Atlético jugó de pena y varios jugadores quedaron muy marcados. Vitolo, internacional que enamoraba con el Sevilla y que fracasa en el Atlético; Kondogbia, autor de un partido horroroso; Lodi, lejos de su mejor nivel; o Saúl, fuera de forma durante toda la campaña. Ahora, como en 2016 y aquel duelo de la Champions, en el Atlético nadie duda que Simeone seguirá la próxima temporada pese a la frasecita de marras y que es posible una ampliación de contrato. El runrún ya expone que entre la dirección del club y la hermana del Cholo y representante del staff técnico del Atlético, Natalia Simeone, ya se empiezan a poner las bases con vistas a una posible renovación del entrenador más allá de 2022, cuando termina su contrato con el club. La posibilidad de ampliar el compromiso por dos temporadas más está sobre la mesa. Justo antes del choque en la Copa del Rey ante el Cornellà, el departamento de comunicación del club distribuyó un contenido con palabras de Enrique Cerezo. Sobre Simeone, el presidente colchonero comentó: «Solo puedo hablar maravillas. Aparte de ser amigo personal, que le quiero a él y a su familia, me parece que es uno de los entrenadores más carismáticos que hay en Europa, y de los mejores del mundo. Nosotros estamos orgullosísimos de que sea nuestro entrenador, lo continúe siendo y ojalá lo sea por muchos años». La crisis de Saúl Casi más preocupante que las palabras de Simeone es para el Atlético la confesión de Saúl, uno de los capitanes del equipo y pilar para el Cholo desde hace tiempo. «El equipo está en buen momento y yo no estoy en buen momento, el equipo necesitaba otra cosa que no era Saúl Ñíguez... No estoy bien mentalmente ni a la hora de competir», confesó Saúl en total autocrítica, un hecho casi inédito en el fútbol. Saúl, que arrancó el curso en modo titular como es costumbre, ha ido perdiendo presencia en el once. Estuvo un tiempo de baja sin que se supiera el motivo exacto y se ha caído de las alineaciones en favor de Lemar, Koke, Yanick Carrasco y Marcos Llorente, que son ahora los centrocampistas habituales.