El Real Oviedo firmó su cuarta jornada consecutiva puntuando ante un Fuenlabrada que empató el duelo en la segunda mitad de penalti (1-1) y que, pese a dominar y acabar con uno más, no encontró contundencia en el área como para ganar al férreo conjunto armado por el Cuco Ziganda.
Aunque la intensidad en mediocampo fue pareja en el inicio de partido, la primera ocasión clara del partido fue para el Fuenlabrada, que robó a través de Kante un balón en largo al que no llegó Femenías y la asistencia de este atrás la falló Mula en el área, prácticamente a puerta vacía.
La acción más peligrosa de los locales llegó a la media hora de juego y en una contra encabezada por Nahuel y que siguió Borja Sánchez perfilado a la derecha, pero el disparo del ovetense se estrelló en un defensa y no encontró puerta.
El asedio del Fuenlabrada se incrementó en los últimos quince minutos, pero todo con disparos desde la frontal en los que ni Kante ni Iban Salvador ni finalmente Iribar lograron sorprender a Femenías.
Nahuel tuvo una segunda oportunidad de encarar en el área rival y en esta ocasión fue él mismo quien definió desde el vértice izquierdo, sorprendió a Rosic, que no intercepta el esférico antes de que bote, y adelantó a los carbayones justo antes del descanso.
Tras la reanudación el Fuenlabrada volvió a poner el crono a cero para ambos en solo cinco minutos de juego: Rosic evitó el segundo tanto azul al despejar un tiro de Nieto en el área y Kanté firmó la igualada de penalti tras una acción de Carlos Hernández sobre el africano que Arcediano Monescillo valoró como pena máxima.
Además del dominio del Fuenlabrada, los carbayones tuvieron que afrontar un escollo más a veinte minutos del final: la expulsión de Blanco Leschuk por doble amarilla tras una falta sobre Juanma Marrero.
La superioridad, sin embargo, no sirvió a los de Sandoval para hacer daño al conjunto de Ziganda, que ya ha jugado con uno o dos menos en tres ocasiones en lo que va de liga, por lo que se llegó al final con el 1-1 en el marcador.
