La inestabilidad institucional, el año en blanco, la goleada sufrida en la Champions y la decisión de Leo Messi de abandonar el club azulgrana son algunos factores que han dinamitado la escasa paz social que quedaba en el Barcelona. Varios de los precandidatos que optan al sillón presidencial han decidido cortar por lo sano obviando que en marzo se celebrarán unas elecciones y han apoyado una moción de censura que podría provocar la salida inmediata de Josep Maria Bartomeu.
Con 20.687 firmas presentadas (eran necesarias 16.520) la moción de censura se celebrará, aunque los apoyos están pendientes de validarse. Para que el castigo prospere debe recibir el visto bueno de las dos terceras partes de los votantes. Aunque complicado, no se descarta la posibilidad, por lo que el pistoletazo de salida hacia el despacho presidencial se ha disparado, con muchos candidatos a convertirse en el nuevo inquilino.
Jordi Farré
El ingeniero (L’Hospitalet de Llobregat, 1975) ha sido el gran impulsor del voto de censura. Precandidato en 2015, no pasó el corte por unas pocas firmas. Entre sus propuestas estaban las de crear una grada de animación, una agencia de viajes propia (estas dos fueron adoptadas por Bartomeu tras ganar) e implementar el voto electrónico. Independentista declarado, ahora se presentará con el lema «Nuevo Impulso Barça» defendiendo que el patrocinador del club debe ser Cataluña. «¿Por qué necesitamos a Nike para vender la camiseta del Barça? El valor de la marca del Barça lo tenemos que tener nosotros», asegura.
Víctor Font
El empresario (Granollers, 1972), que en 2015 ya hizo el amago de presentarse, ha apoyado activamente la moción de censura. Reside habitualmente en Dubai, ciudad en la que tiene ubicada su empresa Delta Partners Group, dedicada al sector de la consultoría, la banca de inversión y las inversiones del sector de las telecomunicaciones. Asimismo, también es uno de los fundadores del periódico catalán Ara, de postura nacionalista catalana. En 2010, formó parte del proyecto de Ferran Soriano y posteriormente de Marc Ingla, directivos continuistas del mandato de Laporta.
Lluis Fernández Alá
Gran desconocido en el entorno azulgrana, reconoce sus vínculos con el independentismo catalán. Alá (Barcelona, 1967) era militante de Unió y participó junto a Esquerra Republicana a las elecciones del Parlamento de Cataluña en 2017. Se dedica al sector de la consultoría empresarial y se define como «empresario, catalanista y del Barça».
Joan Laporta
El expresidente aún no ha anunciado su regreso al ruedo electoral pero su entorno lo da por hecho. Abogado de profesión, siempre se ha vinculado a la política, siendo diputado en el Parlamento de Cataluña y Concejal en el Ayuntamiento de Barcelona. Fundó el partido Democràcia Catalana con el objetivo de declarar la independencia de Cataluña. Siendo presidente del Barça se vio envuelto en un escándalo cuando se hizo público que su ex cuñado, Alejandro Echevarría, pertenecía a la Fundación Francisco Franco.
Agustí Benedito
El empresario catalán fue miembro de la candidatura de Ángel Fernández en 1997 y fundador de la plataforma Elefant Blau, promotora de la moción de censura a Núñez. Desde el 2003 al 2009 perteneció a la directiva de Laporta. Se presentó a las elecciones de 2010 y 2015. No ha apoyado la moción de censura contra Bartomeu aunque en 2017 intentó interponer una contra el actual presidente.
Toni Freixa
El abogado (Barcelona, 1968) entró en el Barça con la junta del controvertido presidente Joan Laporta. Freixa llegaba recomendado por Alejandro Echevarría, cuñado de Laporta en aquel momento e hijo del empresario conservador Juan Echevarría Puig, antiguo presidente de Nissan y de Fecsa. Acabó en los juzgados con Echevarría, se peleó con Laporta y se marchó con Rosell, aunque nunca congenió con Bartomeu. Se presentó a las elecciones de 2015, quedando tercero.
Otras opciones
Emili Rousaud, el delfín de Bartomeu hasta que dimitió este año a causa del «Barçagate», o Jordi Roche, relacionado con Rosell, podrían optar también a la presidencia.
