Salir vencedor del Barcelona-Bayern de mañana viernes supondrá una celebración colectiva por la clasificación para las semifinales de la Champions League, pero también un triunfo personal para Marc Ter Stegen o Manuel Neuer, porteros que mantienen una relación tirante a pesar de compartir concentraciones y vestuario de Alemania. Dos partidos en uno para dos guardametas que andan picados desde hace años por la titularidad en la selección, de la que el azulgrana no ha conseguido desbancar a su compatriota. Espina que tiene clavada y que mantiene abierto un debate en su país que no termina de cerrarse. El duelo de egos llega a Lisboa.
El presidente de honor del Bayern ha avivado ese viejo debate de la selección y el dardo de Rummenigge no ha podido resultar más envenenado para Ter Stegen. «Alemania tiene la suerte de tener a este par de porteros, aunque Neuer es de talla mundial y Ter Stegen aún está en camino de serlo», afirmó. Palabras que agitan el orgullo del barcelonista ante la cita portuguesa.
Intocables en sus equipos, Ter Stegen (28 años) y Neuer (34) representan el prototipo del nuevo portero del fútbol moderno, dos guardametas de reflejos que, con su hábil manejo de los pies, también ofrecen una alternativa a los entrenadores para comenzar la construcción del juego y sacar el balón desde el área. Seguros, sobrios y con estilos similares, Joachim Low no ha dudado y mantiene inamovible a Neuer en la selección a pesar de quedar señalado por algunos errores groseros y de las buenas actuaciones de un Ter Stegen que ha tenido que conformarse con las migajas y los partidos en los que su compañero faltó por lesión. A pesar de sus 24 internacionalidades, en la hoja de servicios del azulgrana no figura ni un solo minuto en un Mundial. Tampoco en una Eurocopa, pero sí un título de la Copa Confederaciones (2017) en la que se convirtió en dueño de la portería en ausencia de Neuer.
Ter Stegen confiaba en que aquella cita en la Confederaciones, la decepción en el Mundial de 2018 y el pésimo papel de la selección alemana en la Liga de Naciones terminaran provocando un «sorpasso» en la portería alemana que finalmente no ha llegado. El banquillo sigue siendo su hábitat en la selección. «No tengo dudas de que soy el mejor, a pesar de que ya no tengo 17 años», sacó pecho Neuer con soberbia al ser preguntado en alguna ocasión por su relación con el barcelonista.
El año pasado Ter Stegen no aguantó ya más y estalló con unas declaraciones quejándose por su suplencia. «No es fácil encontrar una explicación. No puedo asumir más lo que está ocurriendo. Estoy dando mi mejor versión en cada partido para hacerle más difícil la decisión al seleccionador. Intento entrar en la portería como sea, pero ha sido un golpe duro», se lamentó tras ser suplente en dos partidos clasificatorios para la Eurocopa. «Soy un jugador de equipo y siempre pienso en el bien del equipo. No sé si algo así es bueno para el grupo sobre todo cuando se trata de nuestra posición», fue la respuesta de Neuer.
Un pique que se ha ido tensando con los años y en el que el Bayern se pasó de frenada defendiendo a su jugador al amenazar a su Federación. «No aceptaremos que haya un cambio en la portería. Antes de que eso ocurra dejaremos de ceder jugadores a la selección», llegó a advertir Uli Hoeness, presidente del club muniqués en una entrevista.
Ter Stegen y Neuer, «enemigos» íntimos que mañana coincidirán en Lisboa en los cuartos de la Champions.
