El Rey: «Estoy muy feliz. Poder volver a navegar es una maravilla»

Nada más salir del Palacio de la Almudaina después de recibir a las autoridades de Baleares esta mañana, el Rey ha cambiado el traje y la corbata por las bermudas de color beige, el polo gris y las gafas de cristal de espejo y se ha embarcado en el Aifos desde la estación naval de Porto Pi. A su llegada al Real Club Náutico de Palma esta tarde, no podía contener su alegría por volver a competir en la Copa del Rey Mapfre de vela. «Estoy muy feliz», ha exclamado. «El día ha ido muy bien. Poder volver a navegar es ya una maravilla», volvía a repetir Don Felipe. Y es que, hay que recordar que estas regatas no se pudieron celebrar el año pasado, por lo que el Rey llevaba dos años sin practicar este deporte que tanto le gusta. El Rey ha permanecido en el mar durante toda la jornada. Desde las doce de la mañana y hasta las cinco de la tarde. En este primer día de la Copa del Rey Mapfre de vela, el Aifos ha participado en dos pruebas. En la primera ha quedado cuarto y en la segunda ha quedado primero, por lo que ahora mismo el velero de Don Felipe se encuentra en la cuarta posición de la regata. Los drones que controlan todos los movimientos del velero (hasta hace dos años le seguían helicópteros desde el aire) han comenzado a merodear por el náutico a las cuatro de la tarde, señal de que el Rey no tardaría en regresar a tierra. Lo ha hecho pasadas las cinco de la tarde. El Aifos ha atracado en el Real Club Náutico de Palma con toda su tripulación a bordo (12 + 1 integrantes) y el Rey ha esperado a bordo del velero hasta que ha llegado a recibirle el presidente del Real Club Náutico de Palma, Emerico Fuster. Nombrado hace dos años, estas son sus primeras regatas. Nada más pisar tierra, Don Felipe se ha dirigido a la cafetería junto al Almirante Jaime Rodríguez-Toubes y cuatro compañeros más de la tripulación. Ha pedido una cerveza bien fría. El broche a una jornada de mar, regatas y vuelta (poco a poco) a la normalidad.