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Aleix Gelabert: «Me gustaría participar en la próxima The Ocean Race»

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Ya dio una vuelta al mundo junto a Dídac Costa en la Barcelona World Race de 2014 en la que fueron la punta de lanza entre la vela oceánica y la ciencia. Puede que Aleix no sea muy conocido fuera del mundo mediático de la náutica, pero es uno de nuestros más lustrosos regatistas. Nació en la vela ligera y completó la Barcelona World Race en 98 días, 9 hotas, 12 minutos y 9 segundos. ¿Cuánto echa de menos la vela oceánica? La vela oceánica no se echa de menos si estás formando parte de ella, ahora estoy involucrado en la construcción de un nuevo barco Offshore muy interesante, y sigo muy de cerca todo lo que pasa en el mundo de la vela oceánica. Ya desde muy pequeño la he seguido con gran interés y mucha pasión. Intento estar al día de todo lo que pasa en las regatas, no sólo con los resultados y las clasificaciones, sino también con todo lo que puedo sobre la preparación y puesta a punto de los barcos, los trimados y configuraciones vélicas, los ajustes de los foils y los skippers que participan. O sea que en este sentido no echo de menos la vela oceánica, creo que estoy bastante al día de lo que pasa, lo que sí que echo mucho de menos es tener mi propio proyecto, con un calendario de regatas en las que participar y un equipo propio. El poder volver a navegar en un proyecto personal sería genial pero sigue siendo muy complicado por la dificultad de conseguir patrocinio. Otra opción que se baraja podría ser formar parte de otro equipo, ahora se acerca la “The Ocean Race Europe” y luego “The Ocean Race” y se están formando los equipos en estos momentos, es complicado tener una oportunidad porque siempre llaman a los mismos, pero estoy convencido de poder estar a la altura del reto. El cuarto puesto en la BWR con Dídac fue fantástico, ¿se atrevería a repetirlo en solitario? Hacer la vuelta al mundo A2, en el viejo Kingfisher, con pocos recursos y acabar cuartos fue muy complicado y muy duro, tuvimos que trabajar mucho. Para hacerla en solitario mentalmente tienes que ser mucho más fuerte y estar más preparado. Le voy a ser franco, si me lo hubiera preguntado hace unos años le hubiese contestado que no estaba seguro o directamente que no, hoy en día, con la experiencia que tengo me veo mentalmente preparado y capaz de afrontar una vuelta al mundo en solitario y sin escalas como la Vendée Globe. De todas formas en una Vendée podríamos decir que hay los que van a la aventura y los que van a competir, yo sólo la haría si el proyecto es de ir a competir. ¿Qué pensó cuando Dídac decidió volver a hacer la segunda Vendée? No me sorprendió la verdad, desde que Dídac acabó su primera Vendée Globe sabía que quería volver a hacer la regata. Quería volver para poder hacer una regata de “verdad”, sin salir el último, 4 días más tarde que el resto. En 2016 una avería en los sistemas de los tanques de lastre le hizo volver a puerto para reparar y quitarle toda opción de ir con el resto de participantes hasta bien entrado el océano Índico. Lo que sí me sorprendió es que la volviera hacer con el viejo Kingfisher y sobretodo sin prácticamente recursos, en su llegada en 2016 declaró que no volvería hacer una Vendée sin recursos, que era muy duro y que la próxima vez (si había próxima) la haría en otras condiciones. Por eso sorprendió que cambiara de decisión, supongo que como dice el refranero “la cabra tira al monte” y en el caso de Dídac las ganas de seguir navegando y dando la vuelta al mundo otra vez han podido más que el saber lo complicado que es conseguirlo sin apoyos. ¿No le parece injusto que ningún estamento oficial decidiera ayudarle? La verdad es que no conozco en profundidad que ayudas recibió Didac y por parte de quien, pero me parece que las federaciones, los estamentos oficiales y los políticos se involucran muy poco en proyectos de estas características. Muchas veces, en lugar de apoyarte al principio, que es cuando más falta te hace, sólo deciden aparecer al final cuando ya se han asegurado que has tenido éxito. Entonces todos tienen elogios, palabras bonitas y quieren salir en la foto, pero cuando en realidad más les necesitas es al principio. Y no me refiero a ayudas económicas, que también son necesarias, sino a que su apoyo puede ser básico para poder hacer ver a un patrocinador que tu proyecto es viable y que tiene un respaldo institucional detrás, o en el caso de Dídac una cosa tan simple como poder conseguir ser considerado como Deportista de Alto Nivel (nombramiento que hace el Consejo Superior de Deportes a instancias de la Federación Autonómica y la Federación Nacional) le hubiese permitido poder compaginar mucho mejor su trabajo de bombero con una excedencia para poder preparar la regata mucho mejor. ¿Qué habría que hacer en España para que surgieran patrocinios para la vela oceánica? Buena pregunta para la cual no tengo una respuesta clara, hace años que se habla de hacer una Ley que regule el patrocinio y el mecenazgo pero nunca llega. Cuando ha habido eventos considerados de Interés Nacional han habido patrocinios importantes, por ejemplo Telefónica, Movistar, Estrella Damm, Mapfre... Estos instrumentos bien utilizados pueden ser de gran ayuda para incentivar el patrocinio, pero el modelo que se ha aplicado hasta ahora sólo puede aplicarse en muy pocos casos y con proyectos muy potentes, para mí una Ley que regulara el patrocinio como la que tienen los franceses (y parece que les funciona muy bien) sería abrir una puerta muy grande a que equipos y empresas pudieran ponerse de acuerdo para hacer proyectos interesantes y viables. De todas formas, para mí es fundamental intentar cambiar poco a poco la imagen que la sociedad tiene del mundo de la vela, una imagen elitista y fanfarrona que para mí nada tiene que ver con los valores que debería transmitir nuestro deporte, y para ello lo primero que hay que hacer es autocrítica. A la vela en general, no sólo a la oceánica, le hacen mucho daño los “charlatanes” que dicen mucho y saben muy poco. Yo he sido testigo de proyectos que maltratan a patrocinadores y los “queman” como vulgarmente se dice prometiendo retornos inabarcables y haciendo que pagaran las regatas caprichosas de muchos navegantes, sin un proyecto tangible detrás. Nuestro deporte se basa en el respeto, el honor, el buen hacer, el saber ganar y el saber perder entre muchos otros valores y a mi me parece que hoy en día muchos proyectos no son así. ¿Dónde se ha quedado aquella FNOB que nació con mucha fuerza y se desinfló? La FNOB a día de hoy está haciendo un gran trabajo con los Mini 6.50, en octubre de 2021 doce barcos de la Basemini Barcelona (la FNOB) participarán en la Minitransat, un éxito sin precedentes en número de participantes españoles en esta prestigiosa regata transatlántica, a ayudado y apoyado al proyecto de Dídac para su Vendée en ambas ediciones, y poco a poco la entidad va levantando la cabeza de esa estocada casi mortal que le propició el gobierno de la alcaldesa Colau cuando tomó el cargo después de haber ganado las elecciones. Eso fue un claro ejemplo de un gran error que no debía haberse producido, podían haberse tomado muchas medidas pero la cancelación de la cuarta edición de la BWR a pocos meses de la salida con patrocinadores y equipos comprometidos fue un error monumental. En un día se perdió todo el trabajo que se había hecho en una década y cuándo se quiso dar marcha atrás ya no fue posible, la confianza entre los diferentes actores se había roto y Barcelona perdía un gran evento socio-económico para la ciudad. No sólo le daba visibilidad y la colocaba a primer nivel de la vela mundial oceánica sino que se generaba riqueza y creaban puestos de trabajo calificados dentro y fuera del sector. Para mí el error fue debido al prejuicio de la imagen elitista que le comentaba antes. Hoy parece que el consistorio ha reconsiderado su posición y poco a poco va habiendo más actividad y esperemos que algún día pueda volver a ser lo que un día fue, sería genial poder volver a disfrutar de un evento internacional como la BWR. No hay ninguna duda de que Dídac es el mejor navegante oceánico español de todos los tiempos, pero ¿no le parece una locura volver a dar otra vuelta al mundo con el “viejo” One Ocean One Planet? No puedo afirmar que sea el mejor, en España hay grandísimos navegantes oceánicos, pero lo que ha hecho él no lo ha hecho nadie antes en nuestro país. Dídac es un grande. En 6 años ha hecho 3 vueltas al mundo con el “One Planet, One Ocean”. que ya lleva 6 vueltas al mundo completadas (3 BWR y 3 Vendée Globe). Estoy seguro que si se lo propusiera otra vez lo volvería a hacer, lo que pasa es que la Clase IMOCA tiene previsto limitar la edad de los barcos que podrán participar en la Vendée Globe de 2024, en principio todos los barcos construidos antes de 2004 no van a poder participar, y el “One Planet, One Ocean” se construyó en 1999. Sé que ha intentado en algunas ocasiones conseguir un patrocinio, ¿le han cerrado las puertas o tan siquiera le han recibido? Durante mi carrera deportiva he tenido de todo como es lógico, desde no querer recibirme a abrirme las puertas y finalmente llegar a un acuerdo de patrocinio. Yo desde hace unos años he delegado la búsqueda de patrocinio a una agencia de comunicación profesional, ellos saben cuáles son las necesidades de las empresas necesidades y tienen muchos más contactos, y proponerles un posible patrocinio acorde con sus expectativas. Si parece que hay un interés real por el proyecto entonces es cuando yo intervengo y me implico en conseguir llegar a un acuerdo satisfactorio para todos. De todas formas es muy complicado conseguir un patrocinio grande como para hacer la Vendée Globe, la BWR o la The Ocean Race, la última vez que lo teníamos fue para la BWR de 2018 y como ya le he dicho, los políticos cancelaron la regata y el patrocinio se perdió. Ahora hacer que ese patrocinador vuelva a apostar en un proyecto de características similares es casi imposible, porque han perdido la confianza. Las empresas se juegan su dinero con los patrocinios, son inversiones y tienen que tener una seguridad mínima para poderlas hacer. A nadie le gusta tirar el dinero en malas inversiones. Es cierto que en España no hay cultura de vela oceánica, ¿cómo podemos poner remedio a esto? Haciendo que la gente se identifique con el proyecto, detrás de cada proyecto hay una historia, un relato de vida que puede servir de ejemplo e inspiración para muchas personas. Eso lo hacen muy bien los franceses, no sólo en la Vendée Globe, si no diría que en todas y cada una de las regatas oceánicas que organizan, desde la Minitransat, al Trofeo Jules Verne, pasando por la ruta de Ron o las regatas de Figaro. Allí los proyectos y las regatas cuentan unas historias que enganchan a la gente y hace que vean a los regatistas como gente con unos grandes valores de vida, donde priman el esfuerzo, la lucha con uno mismo, con los rivales y con la naturaleza, la confianza, la superación. Mi experiencia me dice que lo difícil es conseguir que conecten con un proyecto, con una historia la primera vez, una vez lo han hecho se identifican y se enganchan. En Cataluña hay muy buenos navegantes oceánicos, ¿por qué no se asocian y hacen ofertas conjuntas para conseguir patrocinios? Es verdad que en Cataluña hay buenos navegantes, como en el resto de España también, y quizás sí que deberíamos pensar en hacer algún tipo de asociación o agrupación pero lo veo muy complicado. Los intereses y los perfiles son muy dispares. Además, no creo que conseguir patrocinio sea cuestión de hacer ofertas conjuntas sino de hacer proyectos viables deportiva y económicamente, que se adapten a las necesidades del patrocinador y si eso implica tener varios navegantes catalanes en el mismo proyecto seguro que no habrá ningún problema para que ocurra. La base Mini de Barcelona sería un buen caladero para regatistas, ¿por qué no tiene más movimiento? Yo navegué en mini 650 tres años, de 2008 hasta 2011, año en el que hice la Minitransat. Es una clase que conozco bien, un muy buen barco para adentrarse en el mundo de la vela oceánica, es divertido, económicamente bastante asequible y con una clase muy organizada que te permite poder llegar a cruzar el Atlántico si te calificas previamente. No es la única forma de llegar a ser navegante oceánico pero es una puerta fantástica. Prueba de ello son la gran cantidad de navegantes de Classe Mini que encontramos por ejemplo en la última edición de la Vendée Globe, Yannick Bestaven, Charlie Dalin, Thomas Ruyant, Isabelle Joschke, Pip Hare o Dídac Costa entre otros. En Cataluña desde hace muchos años que hay una flota más o menos amplia de gente que navega en Classe Mini y ahora la Base Mini Barcelona tiene 12 preinscritos en la Minitransat del 2021, un éxito sin precedentes. Por lo que sé, el espacio disponible en las instalaciones de la Base han llegado al 100% de ocupación, ya no caben más barcos y dentro de los miembros de la Base Mini hay proyectos muy dispares y de todos los niveles. A ver si con un poco de tiempo consiguen poder organizar más regatas y atraer más flota de fuera que quiera venir a participar en ellas o en sus entrenos y así poder subir el nivel de los navegantes que se están formando allí. Para mí un objetivo fundamental de la Base Mini debería ser poder llegar a ser un centro de referencia de entrenamiento y de tecnificación para navegantes oceánicos. ¿Cuántos años lleva trabajando para equipos extranjeros? Desde el principio, ¡jajaja! Mi primer trabajo en el mundo de la vela fue para un equipo inglés, y desde entonces la mayoría de proyectos han sido extranjeros, aunque lo he ido combinando con proyectos nacionales. He trabajado con proyectos ingleses, franceses, polacos, alemanes, rusos, de todo un poco. La variedad de culturas es buena, siempre se aprenden cosas en cada proyecto que he trabajado. Dígame tres regatas que le gustaría ganar Dejando a un lado los JJOO, para mí las tres regatas más importantes en estos momentos son la Vendée Globe, la Copa América y la The Ocean Race. O sea que por querer ganar, querría ganar estas tres, pero lo veo muy complicado la verdad, es más, me parece que no hay nadie en el mundo que haya participado en las tres regatas siquiera. Con quién no ha navegado y le gustaría hacerlo He tenido la suerte de haber podido navegar grandísimos navegantes, con muchos de mis ídolos de juventud, gente de los que tenías pósters colgados en las paredes de la habitación, y con el tiempo me he dado cuenta que para mí lo más importante no es con quien navegas, sino lo que aprendes navegando con él. Está claro que de los grandes navegantes hay muchas más cosas de las que aprender, pero creo que se puede aprender de todos, incluso de los malos o peores navegantes. Cuénteme un proyecto que le gustaría afrontar si tuviese dinero Me encantaría poder hacer The Ocean Race 22/23, la vuelta al mundo por etapas y con tripulación. En estos momentos el nivel es altísimo y físicamente es la regata más dura por la intensidad y la igualdad en los equipos, y con la incorporación de los nuevos IMOCA “foileadores” la regata técnicamente no puede ser más interesante. Además,es una plataforma comunicativa sin igual y siempre ligada a los valores medioambientales y de sostenibilidad, pero también a la ciencia y la innovación, a la formación y enseñanza, responsabilidad social, etc...
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