Caraca, la pujante ciudad romana que se escondía a la orilla del Tajo en un rincón remoto de la Alcarria actual
El Museo Provincial de Guadalajara acoge hasta el 7 de septiembre una exposición que muestra los resultados preliminares de las excavaciones realizadas en el pueblo de Driebes desde 2017, mientras el equipo investigador se prepara para una nueva campaña en 2025
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Entre las distintas culturas que encontraron cobijo en las orillas del río Tajo, se encuentran los antiguos habitantes de Caraca, la única ciudad romana que se conoce en lo que hoy es la provincia de Guadalajara. Enclavado en el Cerro de la Virgen de la Muela se encuentra el yacimiento arqueológico del Cerro de la Virgen de la Muela, en la localidad de Driebes, donde se excava desde el año 2016 para profundizar en el conocimiento de este testigo de la historia más antigua de la zona.
'Caraca. La ciudad perdida', una exposición que se puede visitar en el Museo de Guadalajara hasta el 7 de septiembre, ha servido como escaparate para mostrar a la población los objetos arqueológicos localizados durante las sucesivas investigaciones arqueológicas que se han llevado a cabo en la zona. La joya de la muestra: el Tesoro de Driebes, un descubrimiento que cumple ya 80 años.
Se trata de cerca de 1.500 piezas de plata que se hallaron en el año 1945, con un peso total de 13,8 kilos, que muestran influencia cartaginesa y que fueron ocultadas ya por el siglo III antes de Cristo.
En 'Caraca. La ciudad perdida' y sobre este tesoro se recoge también la hipótesis de que la zona acogió la victoria del gran guerrero cartaginés Aníbal Barca en la conocida como Batalla del Tajo, que habría ocurrido en el año 220 antes de Cristo, y de la que existe evidencia arqueológica y geológica. “La presencia púnica en el Tesoro de Driebes refuerza esta hipótesis”, señalan los investigadores.
Emilio Gamo, director de la excavación de Caraca, así como conservador del Museo Arqueológico Nacional, explica que se busca la ubicación de la gran ciudad romana desde el siglo XVI y que la propuesta de que su emplazamiento fuese el actual municipio de Driebes llegó en los años 80, de la mano de los profesores Juan Manuel Abascal y Jorge Sánchez.
No fue hasta 2016 cuando se confirmó la presencia de la ciudad en la zona, gracias a las nuevas tecnologías aplicadas a la arqueología, como el georradar o el uso de drones. “Es muy relevante en el contexto de la provincia de Guadalajara, porque es la única ciudad romana con este estatus de la que tenemos constancia en el territorio que actualmente es la provincia”, explica Gamo.
Las excavaciones seguirán en Driebes, porque aún hay mucho que descubrir. Pero es importante, resalta el arqueólogo, recordar los importantes descubrimientos que se han llevado a cabo en el contexto de la investigación de Caraca, desde el Tesoro de Driebes, que se depositó en el Museo Arqueológico Nacional y que ha llegado por primera vez a Guadalajara con motivo de esta gran exposición. “El yacimiento de Caraca es muy relevante porque nos permite, a través del conocimiento geológico, conocer la evolución de las comunudades humanas en el interior peninsular a lo largo de miles de años”, resalta el investigador.
En el yacimiento se han encontrado materiales del Paleolítico, Calcolítico y de la Edad del Bronce, entre otros períodos. Caraca se construye a partir de un oppidum carpetano, es decir un poblado de grandes dimensiones, hasta llegar a ser una ciudad romana cuya decadencia comienza a finales del siglo II a. C. “Esta exposición es una invitación a conocer la historia de la investigación de Caraca. De su búsqueda, el trabajo conjunto para poder dilucidar qué ocurrió en este rincón privilegiado, un entorno que mira al Tajo desde las alturas.
Tras la decadencia de Caraca se instala una necróplis visigoda, ya en los siglos VI y VII d.C. “Hemos simplificado los distintos períodos históricos con piezas originales recuperadas durante las excavaciones arqueológicas de la zona”, explica Gamo en relación a la exposición, en la que se han incluido también vídeos, dibujos, reconstrucciones en 3D y paneles que permiten contextualizar los hallazgos, una forma de mostrarlo de forma “interesante” a las personas que estén interesadas en la historia.
Pero la investigación en Caraca está muy lejos de haber acabado. Lo que se ha mostrado en la exposición de 'La ciudad perdida' ha sido realmente las conclusiones preliminares de los primeros años de excavación, que han sido sistemáticas desde 2017 hasta hoy. De hecho, este verano, y gracias a un convenio con la Diputación de Guadalajara y el Ayuntamiento de Driebes, las excavaciones tendrán continuidad. Esta vez, en la necrópolis visigoda. “Es muy interesante, porque se ubica encima de un barrio de extramuros del antiguo poblado carpetano, oppidum, en cuyo contexto se ocultó el Tesoro de Driebes que se encontró en 1945”, relata el experto.
Gamo defiende que invertir tiempo y recursos en este tipo de iniciativas es fundamental, porque la arqueología tiene una función social para mostrar cómo se han vivido los humanos a lo largo de la historia, y que se van repitiendo. “Salvando las distancias, las comunidades se enfrentaron a una serie de problemas que son similares a los que se ha encontrado la humanidad en la actualidad, de adaptación al medio, sociales y políticos, de muchos tipos”, recalca.
Entender cómo eran las comunidades que nos precedieron, afirma, es una “enseñanza que debe ser conocida por la sociedad”. “Es por eso que este patrimonio, que es de todos, tiene que ser conservado, respetado e investigado.
La investigación acaba revirtiendo en la sociedad a través de todas las actividades de difusión que realizamos“, explica Gamo. La excavación que se llevará a cabo en agosto tendrá, sin ir más lejos, una jornada de puertas abiertas con visitas guiadas a la excavación, el día 21 de agosto a las 10:00 y a las 19:00 horas, respectivamente.