Las obras del Nudo Norte empezarán a mitad de noviembre con los desvíos de suministros

Tras varios aplazamientos durante el pasado mandato de Manuela Carmena y la demora añadida que supuso la crisis del Covid-19, durante la primera quincena de noviembre comenzarán los trabajos de remodelación del Nudo Norte de la M-30 , un proyecto anhelado por las decenas de miles de conductores que transitan a diario por este «punto negro» de la circulación en la capital. Según ha podido saber ABC, las actuaciones en esta fase inicial se centrarán en la acometida de los desvíos de servicios -conducciones de gas, agua, electricidad y teléfono- que interfieren con las soluciones diseñadas. Para la ejecución de estas intervenciones se tendrán que crear nuevas conexiones entre calles y se reducirán de forma provisional los carriles en algunos accesos concretos. «En el primer periodo de obras se procurará que las afecciones al tráfico sean las menos posibles, intentando que los accesos y el trasiego de camiones de obra se efectúen desde los viales perimetrales», indicaron a ABC desde el Área de Medio Ambiente y Movilidad, cuyos responsables se reúnen hoy con los directores de la obra, adjudicada al grupo de construcción y servicios FCC, para ultimar el plan de comunicación de los trabajos. Toda la información de las alteraciones de movilidad en la zona será enviada por carta a los vecinos del entorno. Mejor accesibilidad Pese a los retrasos, está previsto que la obra que desatascará los trenzados de esta compleja infraestructura se prolongue durante 22 meses, por lo que estaría finalizada, si todo marcha según lo esperado, en el último trimestre de 2022. Los cuatro cruces al mismo nivel serán sustituidos por nuevos pasos a distinta altura. Tres son inferiores y uno superior, el de la M-607 con conexión al paseo de la Castellana. Al mismo tiempo, se aprovechará la actuación para reordenar los viales y ampliar alguno de los viaductos actuales. Así, este proyecto no solo permitirá descongestionar uno de los enclaves con mayor densidad de tráfico de la ciudad -con una media de 270.000 vehículos al día-, sino que también marcará el punto de partida del importante desarrollo urbanístico de Madrid Nuevo Norte. En concreto, una de las primeras actuaciones para desenredar el Nudo Norte será ejecutar la conexión de la calle de las Islas Molucas con la calle de la Isla de Java, para mejorar la accesibilidad del entorno de la calle de Antonio Cabezón. Será en esta vía donde se empezarán a realizar los desvíos de los servicios de gas, telefonía y media tensión. El objetivo es que se finalicen estos trabajos a lo largo del próximo abril. De la misma manera, durante esta primera fase, se realizará el desvío de la galería de abastecimiento del Canal de Isabel II, que interfiere con el proyecto diseñado, y que es una de las actuaciones críticas en el desarrollo de la obra. En este caso, se prevé que esta intervención quede concluida en un periodo máximo de 11 meses, es decir, estará rematada en octubre de 2021. Por otra parte, será necesario reducir de dos a un carril el tramo de la salida del paseo de la Castellana a la M-30. Esta actuación permitirá ejecutar un nuevo acceso necesario para la obra, en la zona comprendida entre las vías de Adif, el tronco de la M-30 y de la M-11. Esta entrada adicional permitirá acometer el desvío de otras dos arterias del Canal de Isabel II, la ampliación de la estructura existente sobre las vías del ferrocarril y la realización de una nueva estructura, para lo que se hace imprescindible ese nuevo acceso. Ante la complejidad de esta actuación, el estrechamiento de la vía en la salida del paseo de la Castellana se tendrá que prolongar hasta 18 meses, poco antes de finalizar todo el proyecto. La segunda fase de la remodelación del Nudo Norte se coordinará con el futuro soterramiento del tramo final del paseo de la Castellana. Esta será otra actuación que ejecutará el Ayuntamiento de Madrid y que creará una zona verde de una hectárea frente a las Cuatro Torres y el hospital de La Paz, así como un nueva área intermodal en superficie, con una completa reordenación de las paradas de autobuses de la zona. Menor polución Gracias a estas obras, se logrará aumentar la capacidad de la vía en los puntos críticos del Nudo Norte, donde confluyen la M-30 y la M-607 (autovía de Colmenar Viejo), el paseo de la Castellana, la M-11 y la A-1. Además, la supresión de los trenzados reducirá los niveles de congestión por debajo del 70 por ciento, según los cálculos de la concejalía que dirige Borja Carabante (PP). Hasta ahora, el enlace de Manoteras es uno de los que soporta mayor intensidad de tráfico de España, con una media de 34.000 vehículos durante la hora punta de la mañana, de 8 a 9 horas, y otros 33.800 coches más en la franja pico de la tarde, de 18 a 19 horas. Esta fuerte congestión se traduce en que el tiempo medio que necesita un conductor para cruzar el Nudo Norte en hora punta es de 3,16 minutos. Con esta reforma, se prevé reducir un 31 por ciento la espera. En total, el Ayuntamiento estima que se ahorrarán 3.667 horas al día. Con ello se conseguirá, al mismo tiempo, bajar el 0,5 por ciento de las emisiones de CO2 del transporte por carretera en toda la ciudad, ya que los atascos del Nudo Norte afectan a la movilidad y, por tanto, a la polución del resto de la ciudad. El plan, en cifras -150.000 metros cuadrados: Es la superficie total sobre la que se va a actuar para reducir los niveles de saturación del tráfico en hora punta. -22 meses: Es el plazo de ejecución de los trabajos, que comenzarán durante la primera quincena de noviembre y finalizarán en el último trimestre de 2022. -41,97 millones de euros: Es el importe del contrato adjudicado al grupo de construcción y servicios FCC, un 33% menos de la base con la que fue licitado. -270.000 coches cada día: Es el número de vehículos que soporta cada día el Nudo Norte, 34.000 en la hora punta de la mañana y otros 33.800 en la franja con mayor intensidad de la tarde.