Las emotivas lágrimas de Murray tras ganar dos años después

Andy Murray no pudo evitar las lágrimas tras ganar a el suizo Stanislas Wawrinka 3-6, 6-4 y 6-4, en dos horas y 27 de minutos, la final en el torneo de Amberes, de categoría ATP 250. Murray logró de esta manera su primer título individual desde el 4 de marzo de 2017, cuando levantó el trofeo en el ATP 500 de Dubái (Emiratos Árabes Unidos). En aquella final, se impuso al español Fernando Verdasco y ejercía aún como número uno del ranking mundial.

Además, esta remontada ante Wawrinka significó el 46º título individual en la carrera del británico, que resurge por completo tras un calvario de lesiones. El título que obtuvo el pasado verano en el cuadro de dobles del Queen’s Club, junto al español Feliciano López, ya fue un serio aviso de que Murray ni mucho menos había desistido.

La lesión de cadera que había arrastrado durante más de dos años le concedió ahí una tregua, y bien que el jugador de Glasgow lo aprovechó sobre la hierba del selecto club londinense. Así, Murray olvidó una segunda mitad del año 2017 en el dique seco y un 2018 casi en blanco.

Para batir ahora a Wawrinka, no obstante, se exprimió para voletar una situación complicada. Después de que el helvético se hubiera adjudicado el primer set bastante rápido (3-6) y gracias a una única rotura de servicio, el británico se encontraba 2-3 y 15-40 abajo en la segunda manga.

En ese momento, Murray salvó dos bolas de ‘break’ y se envalentonó, ganando su saque y rompiendo de inmediato el de su contrincante. Con ello, encarriló el triunfo parcial por 6-4 y cogió la suficiente confianza como para no desmoralizarse en el tercer set, al ver que de nuevo Wawrinka se ponía 1-2 arriba y con saque favorable.

Se sucedieron entonces varias roturas, sin que ninguno de los tenistas decantara la balanza hacia su lado. Para mayor inri, el suizo no sacó provecho a un 15-40, con 4-4 en el marcador, y a continuación cedió su servicio ante el de Glasgow para algo que ya fue definitivo.