Breve historia de Baja Dificultad

En la primavera del año 2013, Carola de León presentó a la Comisión Directiva del CAB un proyecto donde planteaba crear una nueva actividad de trekking de bajo impacto con el objetivo de efectuar caminatas disfrutando plenamente el entorno natural y sin una exigencia física intensa. La idea tuvo apoyo inmediato y en noviembre de ese año comenzaron las salidas con grupos cuyo cupo no superaba las 10 personas, bajo la guía de Carola.
Es importante destacar que el enfoque de la actividad que planteaba Carola era realizar caminatas de contemplación, disfrute y recreación, ya que el eje fundamental de la misma era el contacto pleno con la naturaleza. No solo se tenía en cuenta la actividad física sino también la percepción de múltiples detalles que tal vez, en una idea de senderismo más corriente, se pierde en función del tiempo, del rendimiento físico o de la exigencia deportiva. Por lo tanto, todas las actividades se enmarcaban dentro de las prácticas de bajo impacto.
Los grupos eran reducidos para permitir el intercambio con la naturaleza y brindar y recibir atención personalizada. Durante las caminatas se incluían momentos de recreación, interpretación de la naturaleza, fotografía, identificación de aves y plantas, así como de contemplación silenciosa. Ella solía decir que para disfrutar de la naturaleza no era necesario subir a las altas cumbres de las montañas.

Carola tenía la costumbre de hacer un reconocimiento previo de las sendas antes de cada salida para evaluar el grado de dificultad que podría presentarse y garantizar así la seguridad de los integrantes del grupo.
Las caminatas y los pernoctes en refugios se sucedieron sin mayores dificultades hasta que, en noviembre de 2015, visitando esta vez la zona del lago Steffen, un guardaparque multó a Carola debido a que estaba acompañando a un grupo por el PNNH sin tener la credencial obligatoria de guía de montaña. Según la reglamentación de Parques Nacionales, el hecho de trabajar para el Club Andino Bariloche no era razón suficiente para llevar adelante este tipo de actividades. A partir de esa situación engorrosa, y sin tener un apoyo institucional del club frente a la DNPN, Carola pagó su deuda y presentó su renuncia al CAB.
Ante esto, los integrantes de CBD, indignados por lo sucedido, apoyaron a Carola efectuando una exitosa colecta de dinero que no solo logró cubrir el valor de la multa, sino también un dinero restante que aportó a una forma de “indemnización” afectiva.
La última salida con Carola fue en abril de 2016, acompañando a Tomás Bein, coordinador del nuevo equipo de guías de montaña que, a partir de esa fecha, se harían cargo de organizar las salidas de las CBD. Se trataba de un equipo de 5 guías: Tomás Bein, Mariana Resquin, Martín Arabia, Esteban Badessich y Diana Reboratti, quienes se fueron turnando en cada salida. En esa oportunidad, y al paso del más lento, llegamos al refugio Rocca, en la zona del Cerro Tronador.
Con estos guías, la idea y el espíritu que Carola había impreso a las salidas continuó gracias a la sólida experiencia y la calidez humana que supieron desplegar entre los integrantes de CBD.
Ese año se conformó una comisión de apoyo formada por socios interesados en mantener y asegurar la continuidad de las CBD dentro de la institución, porque ya corrían rumores de la posibilidad de disolver el grupo.
En octubre de 2017 fue la última salida con un guía de este equipo. A partir de ese momento, hubo una ausencia de respuesta a la falta de guías y el grupo de integrantes de CBD realizó salidas sin guías fuera de la institución para seguir sosteniendo las caminatas y defender el espacio.
Recién en diciembre de 2017, el guía de avistaje de aves y profesor de fotografía del curso “Fotografía en la naturaleza”, que se realizaba en el club todos los años, se hizo cargo de las guiadas de CBD, pero con el inconveniente de que no podíamos ingresar al PNNH porque no contaba con la credencial de guía de montaña solicitada por la administración. Por lo tanto, las salidas de CBD se efectuaron fuera del Parque Nacional.
Al tiempo, Daniel Gómez renunció y hubo una fuerte presencia de los integrantes de CBD frente a la administración del CAB con el fin de lograr conseguir nuevos guías para las caminatas. No fue fácil porque Jorge Mroz, quien ocupaba el cargo de gerente en esa oportunidad, no estaba convencido de la existencia de un espacio de trekking de “baja dificultad” en el club, donde allí primaban los valores vinculados a la competencia y aptitud física. Varios miembros discutimos y debatimos esgrimiendo el concepto de inclusión y derecho de todos de acceder al disfrute de las montañas y nuestro hermoso entorno natural.
Finalmente, el grupo CBD quedó disuelto por decisión de la Comisión Directiva y, para resolver el conflicto de los senderistas que requerían un ritmo más tranquilo y no tan exigente, se incluyó a un acompañante empleado del club, Golding Barballelata, quien con mucha responsabilidad se ocupó de escoltar a “los más lentos” dentro del GEDA.
Durante varias salidas de los antiguos integrantes de CBD en este nuevo formato, vimos a muchos de ellos quedarse a mitad de camino por cansancio, esfuerzo y exigencia física, mientras el resto seguía adelante para llegar al objetivo de lograr la cumbre.
Así transcurrió 2018 y 2019 hasta la pandemia. Al volver a activarse las salidas de trekking, no se volvió a hablar de los temas relacionados con la posibilidad de reactivar CBD, y de esta manera continuó bajo la égida del GEDA.
La insistencia de la necesidad de contar con un espacio que no tuviera la exigencia física que planteaba el GEDA continuó con fuertes argumentos, quejas y reclamos, teniendo en cuenta la realidad de que, a futuro, el tiempo va afectando el cuerpo de todos y muchos antiguos socios, más aquellos nuevos que se arrimaban a la actividad por primera vez, requerían de un espacio de trekking más inclusivo y con objetivos cercanos a la iniciación al trekking y al conocimiento y disfrute de la actividad de montaña.
El debate y los reclamos para rearmar el espacio de CBD no quedaron diluidos en la nada. Socios tenaces y decididos a recuperar esta actividad insistieron frente a la Gerencia hasta que en 2023 surgieron las salidas de bajo impacto que apuntaban a “recorridos científicos” por la zona con temáticas geológicas, sobre la fauna, vegetación, ambientes ecológicos, etc.
Las propuestas fueron llevadas a cabo por Roxana y Georgina por un tiempo. Si bien eran interesantes, no tuvieron mucho éxito porque eran costosas.
Luego de estas experiencias breves sin mucha respuesta, un grupo de socias que eran integrantes de CBD de la primera hora continuaron insistiendo con la necesidad de recrear el espacio con su antiguo espíritu, frente a una administración que mostraba poco deseo de sostener ese tipo de salidas.
Hasta que, por fin, se pudieron concretar algunas salidas bajo la guía de Gloria Chamorro, que fueron significativas porque, de alguna manera, los reclamos habían sido finalmente escuchados.
Ni bien comienza la temporada del año 2024, se inicia una nueva etapa con una impronta muy semejante a los inicios de CBD y sosteniendo el espíritu de su creadora, Carola de León, luego de las muchas resistencias, luchas y reclamos para evitar que desapareciera.
Es importante destacar que la iniciativa de reactivar las Caminatas de Baja Dificultad en 2024 partió y recibió el apoyo pleno de la Comisión Directiva. En mayo de ese año, Gerónimo Barraquero ingresó al club como coordinador deportivo y una de las primeras directivas que le dieron fue reiniciar el grupo de CBD.
Con este gran impulso, más la incorporación a la propuesta de los guías Francesca Bonacalza, Marco Lobera y Jerónimo Cayumil, el legendario espacio de las Caminatas de Baja Dificultad experimentó un cambio positivo, realizado con gran responsabilidad profesional y compromiso afectivo de su parte. De este modo, supieron imprimir una mirada renovada, pero sosteniendo a su vez los principios esenciales de la actividad de trekking y el disfrute de la naturaleza, que son los pilares fundamentales de este espacio.
Por fin, luego de tantas batallas, pudimos ser testigos de que, bajo la atenta y afectuosa mirada de estos jóvenes guías, comienza una nueva y promisoria época de CBD.
Para cerrar este texto y a modo de conclusión: con mucho orgullo reivindicamos el nombre de CBD, ya que el propósito nunca fue sostener un espíritu competitivo, sino caminar y disfrutar, con alegría y en comunión, nuestros increíbles paisajes patagónicos.
¡Gracias, muchas gracias a estos jóvenes guías que, con tanto afecto y responsabilidad, se han hecho cargo de las metas del grupo!
Adjuntamos una lista de los diversos lugares y paisajes que, a lo largo de estos años, hemos recorrido. Miramos hacia atrás y sí, ha sido un largo, muy largo camino que aún continúa y continuará sosteniendo estos ideales. ¡Vamos por más!