Raspadori desatasca al Atlético en Getafe (0-1)
El Atlético de Madrid ha vivido en los últimos meses agarrado a las piernas de Giuliano y a los pulmones de Llorente. Giuliano vio el partido desde la grada y Llorente tardó menos de un cuarto de hora en pedir el cambio. Se echó la mano a la parte posterior del muslo cuando lo sustituyó Griezmann, aunque no dejó de correr y de luchar hasta el último instante. El internacional español se dejó notar en el poco tiempo que estuvo en el campo y sólo un exceso de generosidad le impidió poner a su equipo por delante cuando prefirió pasar a Julián en lugar de aprovechar su posición de disparo.
Sin ellos al Atleti le cuesta más todo. Le cuesta más llegar por ese costado derecho que acostumbra a descubrir el alma de sus rivales, le cuesta recuperar la pelota y le cuesta llegar al área. Todo es más difícil sin la pareja que forman en la banda derecha los dos futbolistas más en forma del Atlético.
Tampoco ayuda que Julián Álvarez no viva sus momentos más brillantes. Es la referencia del Atlético, pero empieza a no ser raro que no esté cuando el partido entra en los momentos decisivos. En Getafe dejó su hueco a Raspadori en los últimos minutos. Y el resultado dio la razón a Simeone con el cambio.
Porque a veces el fútbol encuentra caminos inesperados. Tan inesperados como encontrar el gol a través de Raspadori, uno de los fichajes de este año y que aún no ha acabado de ganarse la confianza de Simeone. El italiano entró en la segunda mitad e hizo todo lo posible para que el Atlético encontrara el gol. David Soria tuvo que despejar un disparo suyo desde el borde del área que amenazaba con poner el 1 en el marcador del Atlético. Tuvo que esperar un poco más para que Baena le viera libre en el lado izquierdo y le lanzara la pelota con el exterior desde el otro costado del área. Su centro lo remató a gol sin querer Domingos Duarte, el central del Getafe. Un golazo si lo hubiera marcado un delantero, de tacón cuando la pelota lo iba a superar. Un gesto innecesario en un defensa que llevó a la portería una pelota que se alejaba de ella cuando Griezmann ya no podía llegar a rematar.
Raspadori apareció para acercar a su equipo a la victoria y para demostrar a su entrenador que está capacitado para tener más minutos, como ya demostró en el partido de Liga de Campeones contra el Eintracht, cuando entró desde el comienzo y marcó el primer gol del partido a los cuatro minutos.
No era fluido el juego del Atlético hasta que decidió arrimarse al área en el último tramo del partido, pero aun así hizo de David Soria, el portero del Getafe, el MVP del partido. Sus paradas mantuvieron viva la esperanza de su equipo hasta casi el último momento.
El Atlético, después de unos primeros minutos en los que siguió la inercia de Llorente, dejó que el partido se acomodara más a las exigencias del Getafe, que llevaba el peligro especialmente a través de la pelota parada que Luis Milla maneja mejor que nadie.
Griezmann, que tuvo una ocasión nada más entrar en el campo, y Baena se esforzaron por hacer más fácil la vida de su equipo. El ex jugador del Villarreal demostró su versatilidad otra vez. Empezó en la mediapunta por detrás de Julián y acabó moviéndose de un costado a otro primero con la entrada de Griezmann y después con la salida de Nico González del campo. «Sabe jugar donde le pongan», dice Simeone. Y sólo hay que verle en los partidos para comprobarlo.
El Atlético sufrió para llevarse la victoria y estuvo cerca del empate en los últimos instantes. Arambarri ya demostró el año pasado ante el Atlético su peligrosidad en el área contraria. Dos goles del uruguayo sirvieron al Getafe para remontar ante los rojiblancos. Esta vez su remate, una espectacular media chilena, se estrelló contra el larguero de Musso, que cubría la ausencia por lesión de Oblak. El Atlético respiró y se lleva una victoria del frío de Getafe,