El PSG reduce al Barcelona y asalta Montjuïc (1-2)
Una pelea de gigantes que ganó el, hoy en día, gigante más poderoso. Un partido que llegó en la Fase Liga y que le sirve al Barcelona para obtener mucha información para el futuro: hay equipos que pueden presionar tanto como él, o más. Hay equipos que pueden quitarle la pelota. Hay equipos que corren más y, sobre todo, mejor que él. Ese es el PSG.
Hizo el conjunto francés su clásico saque de centro, regalando la pelota en campo contrario para salir a presionar... Y a presionar se puso. El equipo de Luis Enrique tenía bajas, pero la idea es la misma. La palabra riesgo se puede leer en el libreto de ambos entrenadores, también en el de Hansi Flick, claro, por eso de los 110 metros que mide de largo el campo en ocasiones los 22 jugadores estaban en apenas 40. El conjunto francés mordía y eso hizo que jugadores que normalmente mandan en los partidos, les costara.
Pedri con medio segundo para pensar es letal, pero en esta ocasión tenía un cuarto de segundo y se notaba la sensación de agobio, lo mismo que en De Jong o en Dani Olmo, con más motivo este porque juega más cerca de la portería contraria. El que empezó juguetón fue Lamine. Ha sido muy comentado que Nuno Mendes le consiguió parar en el España-Portugal de la Nations League, y en cuanto pudo se fue a por él para protagonizar una jugada maradoniana, con quiebros, ruletas... Que no llevó a nada, pero fue como una declaración de intenciones. Tampoco intimidó al lateral, protagonista de dos arrancadas decisivas en la primera parte. La primera la frenó De Jong con una falta dura, de esas que en directo es amarilla clara y que viendo la repetición también admitiría la roja, pero el VAR no participó. En la segunda descolocó a la defensa, dividió con la conducción y pasó a Mayulu para que marcara el empate. Midió mal Cubarsí al intentar cortar, y dejó al atacante con ventaja.
Se reponía así el equipo galo de un buen comienzo del Barcelona. Con la presión insistente de los dos, el partido tenía un ritmo frenético. Quien se equivocó en este caso fue Vitinha, que dio un mal pase. Lo cortó Lamine y en una rápida acción, la pelota llegó a las botas de Pedri, ya sí con ese segundo, después a las de Rashford y por último a la de Ferran, que se lanzó para marcar. El valenciano fue el «9» de Flick por delante de Lewandowski. Antes, ya había tenido una oportunidad muy buena, pero después de regatear al portero y cuando cantaba premio, Zabarnyi despejó en la línea. Ferran jugó también porque ahora mismo tiene más fuelle en la presión, aunque sea sólo por edad. Se mató a correr y a tapar huecos.
El descanso le sirvió a Luis Enrique para ajustar todavía más la manera de presionar y se hizo dueño por un rato, encontrando mucho a Barcola y con Vitinha sin rastro de su error y dueño del balón. Resistió el Barcelona por el extraordinario trabajo de Eric García, multiplicado en tareas defensivas por arriba y por abajo. El conjunto español no lograba una salida limpia, pero espacios había, y terminó por fin encontrando a Lamine Yamal, que llevaba muchos minutos sin aparecer. La estrella adolescente logró arrancar y Nuno Mendes se jugó la segunda amarilla por una falta al borde del área. Luis Enrique lo terminó protegiendo adelantando su posición y sacando a Lucas para que cubriera a Lamine. La otra aparición del extremo, en asociación con Ferran, terminó en una ocasión clarísima de Dani Olmo. Esta vez fue Hakimi quien sacó la pelota cuando iba para adentro. De repente, los que parecían mejor colocados en la presión eran los azulgrana, y el PSG tenía que rifar la pelota.
Pero fue efímero, como la participación de Lamine. Ya no pudo dejar más su sello el adolescente y el PSG volvió a la carga. Encerró al Barça el último cuarto de hora, con Hakimi como una flecha por la derecha hasta que encontró a Ramos para llevarse el triunfo.