El Barcelona descifra al Getafe para golearlo (3-0)
El Barça descifró por fin al Getafe, un rival que casi siempre se le suele cruzar, y Ferran Torres se convirtió en el ejecutor de un triunfo sin mucha discusión para el campeón, que sigue al acecho del Real Madrid, ahora dos puntos por delante con su pleno de triunfos.
La lluvia amenazó con suspender el encuentro, pero el vendaval fue futbolístico del equipo local, sobre todo en la primera parte. Planteó Bordalás como casi siempre un duelo cerrado, de mucho trabajo atrás, de tapar espacios y de intentar contragolpear, pero se encontró con un rival preciso con el balón y con mucha movilidad. Tampoco quería encerrarse el conjunto madrileño complemente en su área. El poco tramo que había entre su defensa y el portero, lo aprovechó de maravilla Ferran Torres. Flick apostó por jugar con el valenciano y Lewandowski compartiendo titularidad, aunque normalmente suelen competir por el puesto de «9». La teoría era que Ferran partía desde la izquierda, pero la realidad fue que por momentos el Barcelona jugó con dos delanteros. El trajín que había, que suele haber, en la zona de la mediapunta azulgrana fue tremendo. Amagos de desmarques, desmarques a la nada porque el pasador no se atreve... El movimiento es continuo y desconcertante para la defensa rival, que duda entre contenerse para forzar el fuera de juego o hacer caso al instinto y dar un paso atrás, que en ocasiones es letal para mal. Una de las veces que se produjo esa cadena de desmarques y arranques, el bueno fue el de Dani Olmo, para encontrar el pase filtrado de Raphinha. El mediapunta se sacó un recurso precioso con un taconazo para asistir a Ferran, que enganchó la pelota de maravilla y la mandó a la red.
El delantero repitió en una transición, también con Raphinha como punto intermedio para correr a lo que era un despeje de Eric, y hacerlo en posición correcta porque salía desde su campo, y después dar el pase definitivo al goleador, que no perdonó. No lo hizo esa vez, pero sí la siguiente: estrelló el balón en el larguero.
El Barcelona vivía cómodo y encontraba la manera de desmontar al Getafe, al que no le funcionaba el plan ya que sufría en defensa y no desesperaba como otras veces a los catalanes, y tampoco lograba crear peligro. Joan García tocaba más la pelota con los pies que con las manos.
Terminó la primera parte de forma embarullada, con alguna pelea y mucha tensión, con Bordalás amonestado y Raphinha jugándose la segunda amarilla en una trifulca. Flick decidió sustituirlo al descanso para que jugara Rashford, el gran protagonista del estreno en Champions. Los madrileños también movieron ficha con la entrada de Kamara, Davinchi y Javi Muñoz sin esperar.
Dos de los sustituidos fueron Djené y Mario Martín, que tenían amarilla; el otro, Borja Mayoral, que se desfondó a correr para apenas tocar pelotas. No fue sólo poner a otros jugadores, fue también cambiar el plan y salir más arriba para intentar recuperar el esférico antes. En cinco minutos, Javi Muñoz remató de maravilla muy cerca, pero mucho, del poste una dejada exquisita de Luis Milla y Domingos Duarte cabeceó un córner que paró Joan García. En tan poco tiempo había creado más oportunidades que en todo el primer acto.
No quiso resignarse el Geta sabiendo que si hacía lo mismo que antes, estaba condenado. Se dio el gusto de sentirse incluso dominador 20 minutos, pero el riesgo era que quedaba más desprotegido, y pocos jugadores mejores en la plantilla azulgrana para aprovechar esas autopistas como Rashford. El inglés ya lo había intentado en un par de ocasiones, y a la tercera todo cuadró: la sincronización entre el pasador, Casadó, que acababa de entrar, y el receptor.
Llegó el extremo solo con tiempo para decidir. No podía chutar porque no tenía ángulo, pero sí pasar atrás para hacer feliz a Dani Olmo, que cerró el partido a placer con el tercer gol. La única mala noticia para los locales fue la lesión de Fermín, en la última jugada del partido. Después de una conducción, pasó a Lewandowski y se llevó la mano a la ingle izquierda, zona del abductor o incluso del psoas. "Hay que hacerle pruebas para saber más", dijo Flick.