El Real Madrid resiste a todo y gana a la Real Sociedad (1-2)
Con Mbappé lanzado, el Real Madrid ganó un partido de esos que, como dicen los clásicos, sirven para ganar LaLiga. Voló el francés en la primera mitad, repitiendo la pesadilla que ya le sufrió la Real Sociedad cuando estaba en el PSG y con la ventaja conseguido gracias al francés: un gol y la jugada del tanto de Güler, aguantó el Real Madrid en una segunda parte agónica, resistiendo en el área, con Xabi Alonso buscando defensas en cualquier lado, poniendo cinco atrás y porque no le cabían más y logrando conservar el tanto de la victoria, pese a que un penalti por mano de Carvajal hizo soñar a la Real con algo más.
El penalti fue lo segundo que hizo pensar a la Real de que la derrota era un mal resultado. Lo primero fue la expulsión de Huijsen a la media hora de juego por una falta a Oyarzabal. El delantero vasco le había ganado la posición y se marchaba, pasado el centro del campo, hacia la portería de Courtois. Se marchaba, cierto, pero... ¿solo? Para Gil Manzano y el VAR, sí; para casi todo el mundo, no. Militao cerraba en paralelo a Dean Huijsen y es mucho suponer que no iba a llegar a la jugada. No dudó Gil Manzano, pero sí debería haber dudado porque la jugada no estaba tan clara como él la vio.
Se equivocó Huijsen, que quiso anticipar y perdió el sitio y puede que se equivocase después con la falta. Pero tampoco acertó el colegiado y cambió el rumbo del encuentro. Lo que parecía una victoria fácil para el Real Madrid se convirtió, con el paso de los minutos en un ejercicio de resistencia.
Pero consiguió que no se le escapase el partido, con Fran García por delante de Carreras en las izquierda y Asencio y Alaba de centrales con Militao. Los futbolistas que hasta ahora no habían jugado con Xabi Alonso fueron el equipo de emergencia, la misión salvadora del un Real Madrid que ha sumado todos los puntos posibles.
Jugar con uno menos le hizo mella después del descanso, sobre todo. Antes, la velocidad de Mbappé resolvió cualquier problema. Está el francés en plan líder y van a tener que reconocerlo todos en el vestuario, también los que en ataque quieren más protagonismo. Mbappé se lo lleva todo porque está muy afilado y es terrible. Hizo el primer gol tras un error en un pase atrás de la Real y cada balón que tocaba asustaba a la defensa vasca. No ha empezado bien el equipo de San Sebastián y eso afecta a la confianza. Durante mucho tiempo no supo qué hacer contra un Real Madrid que se manejaba perfectamente con el balón y que era feliz también con los espacios. Xabi Alonso había dado descanso a Valverde y puso a Carvajal en la derecha, porque su bloque ya está hecho y le funciona. La Real era muy inferior, temerosa y sin ataque mientras el Madrid manejaba el encuentro con solvencia y con la sensación de que en cuanto apretase un poquito el rival se iba a deshacer.
Le falta aun a Xabi encontrar a un Vinicius más regular, porque solo dejó un destello y fue cambiado en la segunda parte cuando la Real asustaba de verdad.
El problema es que no se puede juzgar el juego del Real Madrid porque la expulsión cambió los ánimos. Y eso que Mbappé, antes del descanso, se inventó otra jugada para que Güler, su mejor compañero sobre el césped, marcara el segundo tanto.
No se cerró el choque porque la segunda parte fue muy larga para el Real Madrid. Xabi, en el descanso quitó a un gris Ceballos para dar sitio a Valverde, el más agotado de los internacionales y, si pidió a su equipo seguir llegando, como en la primera parte, no lo pudieron hacer. Mbappé estaba cansado y con el resto echado atrás, más solo, mientras que los cambios realistas daban energía a los suyos.
El asunto se complicó para el Real Madrid con la mano de Dani Carvajal, cuando ya el acoso de la Real Sociedad echó al rival al área. Oyarzabal no falló y a partir de ahí, todo fue un quiero y no puedo de la Real Sociedad y sí puedo del Real Madrid. Los cambios de Xabi marcaron la tónica del partido. El equipo madridista iba destruyendo las posibles vías hacia el área rival para cerrar los más posibles las vías hacia la suya.
Se puso a defender como no lo había hecho en los tres partidos anteriores. Mientras, la Real Sociedad, con Kubo y con Carlos Soler, buscaba el modo de llegar al área de una manera más fina que con balones cruzados. Pese al dominio, pese a que el Madrid sintió demasiado el agobio de jugar con uno menos, la Real no sumó tantas jugadas de gol como debía. Una en la que el balón fue de palo a palo, una salida de Mbappé, un tiro desviado alto cuando lo más fácil era meterlo. Fue un tramo del partido, pero sintió mucho el equipo vasco no tener otro delantero centro.
El Real Madrid se empezó a sentir fuerte con muchos hombres atrás y cerró la que, hasta ahora, ha sido la victoria más complicada de Xabi Alonso en LaLiga.