La conquista de Europa tendrá que esperar
Marcó Chloe Kelly su lanzamiento de penalti y España perdió su oportunidad de seguir haciendo historia, de seguir encadenando títulos. Había empezado al revés, conquistando el mundo y ahora quería conquistar Europa, pero se encontró con Inglaterra, la vigente campeona, y con los penaltis. Y la copa sigue perteneciendo a las inglesas.
España tuvo su oportunidad antes de llegar a los penaltis. Supo aguantar el arreón inicial de las inglesas, frenar sus ímpetus y controlar el partido. Suyo era el balón y suyas eran las ocasiones que se hicieron gol en un cabezazo de Mariona después de un centro de Ona Batlle desde la derecha.
Era el primer tiempo y España caminaba convencida hacia el que debía ser su segundo gran título. Montse Tomé quiso aprovechar el buen momento de Athenea desde el comienzo y guardarse a Claudia Pina para después. Ordenaba el equipo de una manera más lógica, con Mariona en la izquierda, donde le gusta, y por ahí llegó el gol que cargaba de esperanza a los aficionados españoles.
El partido era más de España, pero Inglaterra aguantaba, esperando que llegara su momento. Y lo hizo en el comienzo de la segunda mitad. Una jugada mal defendida por España acabó en un centro de Kelly sin que nadie la molestara y un cabezazo de Russo entre las dos centrales españolas. Russo, la estrella inglesa, no había tenido su mejor torneo, pero apareció cuando más falta hacía para su selección.
Inglaterra aprovechó mejor su momento, lo que parece un aviso para lo que llegaría después, pero España no se dejó ir. Volvió a tomar el control del partido con los cambios. Fue valiente Montse Tomé, que prescindió de Alexia para jugar los últimos minutos de la segunda mitad. Tocaba reordenarse otra vez, con Claudia por la izquierda y con Mariona por el centro, como interior. Así ha jugado muchos partidos en su equipo este año y así quería aprovecharla la seleccionadora, con más participación en el juego.
Con Claudia Pina Montse Tomé buscaba más contundencia y más finalización. Y para eso entró también Vicky López en el campo. La joven jugadora del Barcelona había cumplido el sábado 19 años y había pedido dos deseos: acabar el entrenamiento con quince minutos de remates y otro, secreto, que todo el mundo conocía, ser campeona de Europa. El segundo no se cumplió quizá porque el primero no tuvo reflejo en el campo. La misma Vicky tuvo un par de ocasiones claras, las dos con la izquierda, pero las dos se le fueron por encima del larguero. Tampoco había tenido éxito Esther en la primera parte en la más clara de sus oportunidades, en un mano a mano con Hampton después de un control con el pecho, pero la portera inglesa se le echó encima tapando demasiada portería.
España confiaba en Aitana, en su dominio del juego y en su manera de hacer llegar la pelota a sus compañeras. Buscaba la manera de no tener que llegar a los penaltis, por mucho que Cata Coll transmitiera confianza a sus compañeras. La portera española ya había demostrado su nivel y su fortaleza mental durante el partido. No le afecta fallar, como sucedió cuando entregó mal una pelota a Olga en el área, un pase que acabó convirtiéndose en una ocasión para Hemp. Pero ahí estaban sus pies para evitar el gol.
Los penaltis llegaron y España ya empezó perdiendo en el sorteo. Le tocaba tirar antes a Inglaterra, pero estaba Cata para cambiar el destino. Mead golpeó dos veces en el primer lanzamiento al resbalarse, como Julián Álvarez en la eliminatoria de Liga de Campeones contra el Real Madrid. Tocaba repetir y Cata adivinó el lanzamiento y sacó la mano para desviar el disparo de Mead. La portera española había dado la ventaja a sus compañeras y Partri Guijarro quiso aprovecharla. Marcó el primero de la tanda y también el último de España. A partir de ahí se hizo la oscuridad, por mucho que Cata Coll se esforzara en estirar las opciones de las campeonas del mundo. Estuvo cerca de parar el de Greenwood y no pudo evitar el gol de Charles, pero detuvo el de Williamson, la capitana inglesa, cuando España ya estaba 2-1 por debajo en la tanda. Habían fallado Mariona y Aitana, dos de los seguros de la selección desde los once metros, y la oportunidad de cambiar el destino de España estaba en los pies de Salma Paralluelo. Falló también la delantera del Barcelona y no hubo más. Kelly fue hasta el punto de los once metros para lanzar el último penalti de la tanda, el quinto. Lo lanzó a su izquierda, a la derecha de Cata, que volvió a adivinar el lugar, pero no llegó tan arriba. Kelly echó a correr, Inglaterra celebraba su segunda Eurocopa consecutiva, la tercera para su seleccionadora, que ya había ganado la anterior con Países Bajos.
España se queda a un paso de seguir haciendo historia. La ha hecho a cada paso en este torneo, pero se estrelló contra el último muro. Los penaltis, otra vez, igual que en los Juegos Olímpicos, aunque entonces sólo fue uno, se cruzaron en su camino. Sigue siendo dueña del mundo, pero Europa tendrá que esperar.