España desata un huracán contra Bélgica (6-2)
Era cuestión de tiempo que España acabara ganando a Bélgica, pero costó más de lo previsto. Las belgas consiguieron empatar dos veces, pero fue entonces cuando las campeonas del mundo sacaron lo mejor de sí. El mejor juego de la selección que dirige Montse Tomé llegó ya con Aitana sobre el campo. Y eso que Vicky López, su sustituta en la alineación inicial, fue una de las que mejor entendió cómo había que atacar la numerosa defensa de las belgas, pero Aitana es Aitana, dos veces mejor jugadora del mundo. Vicky fue capaz de encontrar un hueco difícil de ver para dar la asistencia del primer gol a Alexia, que hizo todo lo demás.
Apenas llevaba tres minutos Aitana sobre el campo cuando ya avisó a las belgas de lo que se les venía encima. Recibió en el borde del área, se acomodó la pelota para golpear con la izquierda después de un recorte y su remate se marchó pegado al poste.
La exhibición de técnica y de habilidad de Aitana no pareció impresionar mucho a las belgas, que poco después consiguieron su segundo empate. Ya advertían Montse Tomé y las internacionales españolas de que las belgas dominan mejor que nadie las transiciones, que no deja de ser la versión moderna del contraataque, y lo pusieron en práctica para marcar el segundo gol. Un balón a la espalda de la defensa española lo aprovechó Eurlings para superar en el mano a mano a Nanclares, la guardameta española.
España tenía que volver a empezar por segunda vez sin apenas tiempo para disfrutar de la ventaja. Cuando el descanso se acercaba e Irene Paredes se elevó para rematar de cabeza la pelota que llegaba desde el córner lanzado por Claudia Pina parecía que España volvía a ver la luz. La estrategia que había castigado antes a España le servía ahora para volcar el marcador hacia su lado. Porque el empate, el primero, había llegado en un córner, en un remate de Vanhaevermaet sin despegar los pies del suelo que ni Patri Guijarro ni Nanclares pudieron contener.
España tuvo que esforzarse en la segunda parte y empezó a encontrar los agujeros que antes no tenía la defensa belga. Y llegaron cuatro goles más en un vendaval incontenible para las belgas. Si el partido contra Portugal se cerró con cinco goles a favor de España, contra Bélgica sumó uno más.
No podía faltar el de Esther, que interpretó de manera perfecta una transición e hizo un desmarque perfecto para enseñar a Alexia por dónde tenía que ponerle el pase. Un control y un remate necesitó la delantera del Gotham para volver a poner a España por delante, que a partir de entonces fue imparable.
Marcó Mariona, marcó Claudia Pina un golazo desde el borde del área y por la escuadra y volvió a marcar, cómo no, Alexia Putellas. La número 11 de España es en realidad una número 10 –el que llevaba Jenni Hermoso y que ha heredado Athenea–. Alexia marca las diferencias con sus paredes al borde del área, sus pases de gol y sus goles, que llegan de manera imprevisible y sutil, buscando siempre la mejor superficie para golpear a la pelota. Ella abrió y cerró el marcador de España porque en realidad ella abre y cierra el juego de la selección ahora que ha vuelto a disfrutar de su mejor versión tres años después de marcharse lesionada y dolorida en el cuerpo y en el alma antes de poder disputar ni un minuto en la Eurocopa de Inglaterra. Ya había sido dos veces Balón de Oro y ahora vuelve a jugar como la mejor del mundo.
En el primer gol golpeó con el exterior para que la pelota se fuera alejando de las manos de la portera belga buscando el ángulo más alejado. En el que cerró el marcador, desvió con el empeine una pelota que le llegaba casi de espaldas a la portería.
Alexia vuelve a ser Alexia y amarrada a sus pies, España vuelve a sentirse la selección campeona del mundo.