Un jugador del Barcelona contesta a las insinuaciones sobre los vendajes: no necesita decir ni una palabra
En las últimas semanas, el uso constante de vendajes en las manos y muñecas de varios jugadores del FC Barcelona ha despertado un encendido debate en medios deportivos y redes sociales. Esta creciente atención se intensificó tras unas polémicas declaraciones en Marca del doctor Niko Mihic, exjefe de los servicios médicos del Real Madrid, quien sugirió que estos vendajes podrían tener un propósito diferente al meramente preventivo o físico, habitual en el fútbol profesional.
Mihic, con tono irónico y dejando entrever una posible doble intención, comentó: “No sé lo que está ocurriendo, pero lo que quiero decir es que cualquier médico sabe que, si quieres tener un acceso venoso más fácil, es en las manos y muñecas”. Aunque no habló directamente de dopaje, sus palabras fueron ampliamente interpretadas como una insinuación hacia prácticas médicas poco transparentes, o al menos como una invitación a la sospecha.
Primera respuesta
Desde el vestuario azulgrana, la reacción más llamativa vino por parte de Pau Víctor. El joven delantero, conocido por jugar con un vendaje en la muñeca desde su etapa en la cantera del Girona, respondió en la red social X con tres emoticonos de risa, una intervención breve pero contundente que se viralizó rápidamente. El gesto fue visto como una forma elegante y desdramatizadora de burlarse de las teorías insinuadas por Mihic.
Lo curioso es que Pau Víctor no suele tener una presencia destacada en redes sociales, lo que otorga un peso simbólico mayor a su respuesta. Más allá de desmentir directamente, su actitud sugiere que dentro del grupo esta polémica no se toma en serio, y que las insinuaciones son percibidas como anecdóticas, más que como acusaciones preocupantes.
Por otro lado, el fenómeno de los vendajes ha dado pie a diversas interpretaciones. La ausencia de comunicados médicos que respalden la existencia de lesiones en todos los casos ha alimentado teorías que van desde la simple superstición, hasta una cuestión de moda o ritual colectivo.
En ese contexto, la reacción de Pau Víctor sirve como primera declaración de un jugador del Barcelona. El mensaje implícito es claro: en el entorno del Barça, las insinuaciones del exmédico del Real Madrid no generan alarma, sino más bien incredulidad y cierto desdén irónico.