Osasuna toma la medida a San Mamés
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Uno no se casa todos los días. Por eso, los colegas de Luis debieron pensar que era una excelente idea pasar el fin de semana en Bilbao, y ya de paso llevar al novio a ver como el Athletic empataba a cero contra Osasuna vestido con una camiseta de la Real Sociedad. Sentados una fila por debajo de la tribuna de prensa de San Mamés, pocas personas han gritado tanto el himno de los leones esta temporada como alguno de sus amigos. Partido duro el de ayer, como cualquier despedida de soltero para el protagonista. Aún así, seguro que no lo olvidan. Ambos equipos llegaban a la jornada 29 de la Liga insertos en dinámicas y con necesidades distintas. Los vascos, lanzados después de pasar a cuartos de final de la Europa League remontando frente a la Roma y de ganar al Sevilla a domicilio. Los navarros, asomándose al descenso, después de una derrota en casa contra el Getafe que hizo mella en los de Vicente Moreno y otra hace menos de 72 horas contra el Barça. Un encuentro marcado por la polémica y la tragedia, a causa de la dificultad para encontrar fechas después de verse aplazado por la trágica muerte del doctor culé, Carles Miñarro. Por su parte, el técnico de Massanassa , uno de los municipios valencianos arrasados por la riada del 29 de octubre (el polideportivo que allí se encuentra lleva su nombre), lo tenía claro antes del partido y centraba la mirada en el siguiente paso: «Ni antes éramos tan buenos, ni ahora somos tan malos». Así, Osasuna, empujado por la falta de puntos, salió a plantar cara en San Mamés, como ya es costumbre. Fueron los responsables de eliminar aquí al equipo de Ernesto Valverde en la presente edición de la Copa del Rey, y ayer mantuvieron a raya en la primera parte a todo un Athleti , que cada vez ve más de cerca su clasificación para la Champions. Aún así, el objetivo principal es llegar a la final de la Europa League el 21 de mayo en San Mamés. Para eso, primero deberán superar al Glasgow Rangers de aquí a dos semanas. Este domingo, Aimar Oroz, que ha pasado un mes de marzo complejo por las lesiones en su pierna izquierda, dinamizaba las contras rojillas, y la defensa de cinco dispuesta por Moreno lograba atar a los Williams y Marouan Sannadi , que parece que ya se ha hecho con el puesto de titular. Ahí es nada. En cuestión de meses, directo de 2ª RFEF a asentarse en la posición que en otro tiempo fue de nueves históricos como Zarra o Fernando Llorente. Sin apenas ocasiones en la primera parte, Valverde movía el árbol a los pocos minutos de la segunda, dando entrada a Unai Gómez por Beñat Prados. Instantes después, Nico Williams tenía la más clara del partido. Más tarde su hermano Iñaki la segunda, después de un centro raso que, desviado, pasó rozando el palo. El Athletic, pese a su particularísima política de fichajes está demostrando contar con un fondo de plantilla más que fiable, afrontando el tramo final de temporada con bajas sensibles como las de Dani Vivian, en defensa, o Ruiz de Galarreta en el centro del campo. También, en ataque, la de Ohian Sancet, a quien esta semana se relacionó con un presunto incidente nocturno con el coche. Valverde, preguntado por esta cuestión antes del partido, ni confirmó ni desmintió: «No nos va a descentrar nada [...]. También hay ruido con respecto a otros jugadores e igual que los demás, ningún problema». Del asfalto al césped, tras la sucesión de ocasiones, San Mamés empezó a conectarse. Con una entrada de 49.671 personas la Herri Harmaila (grada de animación) trataba de insuflar aire a los suyos. Una ambiente que volvió a ser el de siempre para el choque crucial frente a la Roma, donde se produjeron disturbios que le han costado una multa de la UEFA al club, pero que antes había estado enrarecido a causa de la guerra abierta entre una de las peñas, Íñigo Cabacas , donde se integra el sector más aberzale, y la Directiva. Después de la tregua de hace un par de semanas, la polémica está diluida y el fondo norte de La Catedral volvía a rugir. Esto no fue suficiente. Con Osasuna bien pertrechado atrás, el Athletic movía la bola sin mucho ritmo de lado a lado, con la mayoría de balones terminando en las botas de Nico. Primero Areso y después Rubén Peña fueron su sombra. Una vez consiguió desbordar el menor de la familia con claridad dentro del área, pero al sacar el disparo este terminó en el córner. La grada metía prisa a los suyos, pidiéndoles un último esfuerzo que no se materializó. Incluso, los visitantes tuvieron una oportunidad para llevarse el partido, abortada con el pecho por Unai Simón . Con el empate, el Athletic sigue manteniendo la cuarta plaza que da acceso a Champions, seis puntos por delante del Villarreal, aunque los de Marcelino tienen un partido pendiente. Osasuna tiene la medida tomada a Bilbao. Sigue con su luna de miel en San Mamés, lo que le permite sumar un punto de oro en su lucha por mantener la categoría.