Así es la casa en la que murió Maradona y que indignó a Argentina: "No merecía un lugar así..."
Maradona murió de “una insuficiencia cardíaca aguda”. Pero detrás del resultado de la autopsia hay un trasfondo de sospechas, acusaciones y preguntas sobre las que ahora deberá pronunciarse la Justicia. Tras un largo camino judicial, este martes en los tribunales de San Isidro finalmente comenzará el primer juicio, y el principal, contra siete de los ocho profesionales de la salud acusados de haber tenido responsabilidad en la muerte de Diego Maradona (60), ocurrida en su casa del barrio San Andrés de Tigre el 25 de noviembre de 2020.
Los imputados son el neurocirujano Leopoldo Luciano Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicólogo Carlos Ángel Díaz, la representante de la empresa de medicina prepaga Nancy Edith Forlini, el enfermero Ricardo Omar Almirón y quien era su jefe Mariano Perroni; y el médico clínico Pedro Pablo Di Spagna.
Todos están acusados por el delito de “homicidio con dolo eventual”, que contempla penas de entre 8 y 25 años de prisión. Poco después de su fallecimiento en la casa del barrio San Andrés en Villanueva, la Fiscalía de San Isidro realizó un detallado informe para determinar si se trató de un “homicidio culposo”.
El ingreso domiciliario en el punto de mira
Uno de los ejes de la investigación fue el lugar donde Diego pasó sus últimos días. ¿Estaba preparado para un ingreso domiciliario? ¿Tenía las condiciones necesarias para un paciente como el 10? Las imágenes de la casa causaron estupor en la sociedad argentina y los expertos concluyeron que no tenía las condiciones necesarias para la atención domiciliaria del astro argentino.
La última casa del Pelusa generó un gran debate mediático que ocupó horas y horas de televisión. Las comodidades de la propiedad, alquilada en la zona Norte para que Maradona pudiera estar cerca de sus hijas, fue criticada incluso por la familia a pesar de que parecían estar de acuerdo en el momento de firmar el contrato de alquiler.
El contrato de alquiler fue firmado por su hija Jana y su coste fue abonado por Matías Morla, abogado del ex futbolista. El campeón estaba alojado en la planta baja, en el espacio que funcionaba como sala de estar, para que no tuviera subir y bajar las escaleras. Dicha habitación estaba equipada con una cama de dos plazas, una TV grande y un sillón de masajes.
Tenía vista al lago, aunque las ventanas estaban tapiadas para amortiguar el paso de la luz natural y había una puerta corrediza para brindarle algo de privacidad a Maradona. Además, le colocaron un inodoro portátil para que no tuviera que trasladarse de noche para ir al baño. En la planta principal hay un baño, pero para llegar hasta ahí hay que atravesar el comedor. En esta planta se halla también la cocina.
La planta alta, por su parte, cuenta con cuatro habitaciones; una de ellas, la principal, en suite. Dicho espacio había sido acondicionado para Maradona, pero por la operación, para que no hiciera esfuerzos, optaron por que se quedara en la planta baja.
La casa también posee un gran espacio al aire libre, un espacio del que Diego disfrutó poco dado su estado anímico. El contrato fue firmado por una duración de tres meses hasta enero de 2021, cuando esperaban que, ya recuperado, pudiera volver a la actividad en el Gimnasia.
La casa, según la solicitud elevada por la psiquiatra, debía contar también con “enfermeros preferentemente hombres con disponibilidad tiempo completo y especializados en problemática de consumo de sustancias, médico neurólogo y médico clínico. A su vez, contar con la disponibilidad para realizarse estudios médicos y una ambulancia por si se considera necesario el traslado”. De toda la lista, sólo fue proporcionada la atención 24 horas de enfermeros, que rotaban en turnos de ocho horas y contaban con una habitación a disposición para descansar entre control y control.
Desde su entorno se informó que la casa había sido casa especialmente adaptada para que pudiera continuar con la recuperación de su intervención y con su tratamiento contra un cuadro severo de abstinencia alcohólica. Pero, las imágenes de su vivienda provocaron una gran indignación en Argentina y todos los especialista consultados afirmaron que no era el lugar adecuado. “No se puede creer que lo hayan mandado a un cuarto de detrás de la cocina, donde había ruidos permanentes. Y sin un baño. Así no se cuida a una persona que estaba en el estado de Diego, se llame como se llame. Maradona tenía dinero para estar en lugar confortable y adaptado a su situación médica. No merecía morir en un lugar así”, declaró a varios medios argentinos uno de los investigadores.