El portero del Alavés recibe un brutal rodillazo en la cara... y encima le expulsan
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Enorme susto con final agridulce. Mendizorroza, estadio del Alavés, enmudeció durante diez minutos. Los que estuvo tirado sobre la hierba el portero local, Sivera (28 años), tras una violenta y fortuita jugada ocurrida apenas iniciada la segunda parte del partido de Liga jugado por el conjunto vitoriano ante el Villarreal. Se recuperó, pero fue justamente expulsado por el árbitro. Ayoze, delantero amarillo, avanzaba en solitario hacia el área de Sivera. Este salió por bajo, deslizándose por el césped, y cortó el ataque con la mano izquierda. El campo, mojado tras las abundantes lluvias caídas en buena parte de España, estaba muy resbaladizo, así que ni Sivera ni el delantero castellonense pudieron evitar un fuerte choque entre ambos. La peor parte se la llevó el guardameta. Ayoze saltó intentando esquivarle, pero su rodilla derecha impactó con fuerza en la cara del portero valenciano. Este quedó fulminado, y durante unos instantes hubo temor generalizado a una lesión grave. Afortunadamente, tras diez minutos de asistencia, Sivera, aturdido, se levantó y se dirigió andando hacia el banquillo del Alavés. Una vez solventado lo más importante, la salud, el árbitro fue avisado por el VAR: debía ir a revisar lo sucedido, toda vez que la acción del cancerbero, mano fuera del área, era merecedora de máxima sanción. Y así, entre dolor y desconcierto, Antonio Sivera vio la tarjeta roja y enfiló caminó del vestuario.