Fútbol salvaje: sale de la portería, le pega una patada en la cabeza y lo manda al hospital
El partido de la FA Cup entre Crystal Palace y Millwall ha quedado marcado por un incidente impactante que dejó a Jean-Philippe Mateta, delantero del Palace, hospitalizado con una grave lesión en la cabeza. Apenas transcurridos ocho minutos de juego, el portero del Millwall, Liam Roberts, salió precipitadamente de su área para despejar un balón largo. En su intento por llegar primero, levantó excesivamente la pierna y golpeó con los tacos a Mateta directamente en la cara. El impacto fue tan violento que el delantero francés cayó inconsciente al césped.
La gravedad de la lesión fue evidente de inmediato: Mateta permaneció tendido en el campo durante varios minutos, requirió atención médica prolongada y oxígeno, fue inmovilizado con un collarín cervical y tuvo que ser retirado en camilla antes de ser trasladado directamente a una ambulancia. Sorprendentemente, el árbitro Michael Oliver no mostró ni siquiera tarjeta amarilla a Roberts en un primer momento. Solo tras la intervención del VAR, revisó la jugada en el monitor y, finalmente, expulsó al portero con tarjeta roja directa.
Desde el palco, la indignación se extendió al descanso, cuando el presidente del Crystal Palace, Steve Parish, expresó su enfado en declaraciones a la BBC: “En todo el tiempo que he visto fútbol, nunca había visto una entrada así. Es la más temeraria que he visto en un campo de fútbol. Ese chico necesita reflexionar seriamente, porque está poniendo en peligro la vida de un compañero profesional con una acción así”. Poco después, el propio Parish informó sobre el estado de Mateta: “Tiene un corte profundo detrás de la oreja y una lesión en la cabeza”. El delantero fue trasladado inmediatamente al hospital, donde permanecía en observación.
A pesar del impacto emocional, el Crystal Palace logró sobreponerse y acabó ganando el encuentro por 3-1. Eddie Nketiah, que entró como sustituto de Mateta, marcó el gol definitivo en el minuto 82. Pero la victoria quedó ensombrecida por lo sucedido. La entrada de Roberts fue ampliamente condenada por su temeridad, y la actitud de algunos aficionados del Millwall, que entonaron cánticos como "déjalo morir" mientras Mateta era atendido, provocó indignación en todo el fútbol inglés.