El contundente mensaje de la madre de uno de los agredidos en Villarreal: "¿Sin entrar al estadio? Quiero cárcel"
Ha sido sin duda la noticia más indignante del fin de semana. El empate entre Valencia y Villarreal (1-1) dejaba una noticia lamentable con un grupo de cinco encapuchados 'ché' que agredieron a tres seguidores del club 'groguet' en los aledaños del Estadio de La Cerámica. Finalmente, los aficionados locales- con discapacidad funcional- fueron al hospital con lesiones de gravedad. La Policía Nacional ya investiga la agresión y se trata de identificar a los autores.
Tanto el Villarreal como el Valencia condenaron los hechos y en el caso del club de Mestalla se ha puesto a la disposición de las autoridades, así como del Villarreal y ha comunicado que se les aplicará 'la sanción más severa' a los agresores si son identificados como abonados valencianistas.
Susana Herreros, madre de una de las víctimas, condenó lo sucedido en la red social 'X'. "Uno de ellos es mi hijo (iban 3 amigos), 18 años y con discapacidad los 3, han pasado por el parque de camino a casa, y les han insultado, se han quedado mirando y han ido a por ellos, les han pegado a dos, ellos eran 5 y mayores, ¿en serio eso tiene justificación?", afirmaba Susana.
Ayer fue otra de las madres la que relataba lo sucedido en El partidazo de Cope. Mario, de 21 años, sufrió una doble fractura de mandíbula, le arrancaron al menos un diente, y cayó sin conocimiento al primer puñetazo.
Continúa ingresado
Está ingresado en el Hospital General de Castellón, tiene un cable de hierro que le sujeta la mandíbula y le van a operar. Su amigo Adrián, de 18 años, tiene un ojo muy tocado, y sufrió un grave ataque de ansiedad. Un tercero, Antonio, iba con ellos pero se libró porque los encapuchados le dijeron "tú como no has hablado te vas a salvar".
Verónica, madre de Mario, ha confirmado en Cope que Mario sigue "asustado, con rabia de todo lo que ha pasado y tiene miedo de ir al fútbol, cuando haya un partido fuerte tendrá miedo".
Verónica contó que, cuando terminó el partido, se iban a casa de uno de ellos, cuando sucedió la agresión. Su hijo no se acuerda de nada "porque del puñetazo se le ha borrado todo". Lo que relató su amigo es que ellos llevaban su bufanda del Villarreal, pasaron cerca de un grupo de jóvenes que debían estar "de botellón o ya iban medio tocados" les insultaron, "ya iban increpando a la gente que pasaba".
Cuando a ellos les insultan, se giraron, se miraron, se dijeron que eran "poca cosa" y pasaron de ellos: "A mí me dijeron que ellos ya estaban buscando pelea".
"Merecen cárcel"
Verónica recibió la llamada del amigo de su hijo Mario, y al llegar al lugar de los hechos se encontró a su hijo ensangrentado y en shock: "Estaba la policía, la ambulancia... Su amigo Adrián, tirado en el suelo porque mareado y se ve que tuvo una crisis. Mi hijo no paraba de manar sangre por la boca. Cuando me vio no paraba de preguntarme cada pocos segundos que dónde estaba su móvil, si cartera... Todo el rato repitiendo lo mismo, en shock".
Verónica quiso aprovechar la llamada de Juanma Castaño para mandar un contundente mensaje a los agresores de su hijo: "No tienen justificación ninguna para haber hecho lo que han hecho. No es justificación ni para el fútbol, ni para cualquier otro deporte. Porque a ti te gusta una cosa y a mí otra, no puedes ir matando a la gente. Como madre, se merecen lo peor".
Asimismo, denunció que no le parece suficiente castigo que se les prohíba la entrada al estadio. "Eso para mí no es un castigo. Merecen pena de cárcel. Yo no sé lo que haría, porque me pillan en ese momento, y no sé lo que les hago. Los entierro en cal si hace falta. Es una rabia grandísima", concluyó.